Las voces del coro del Real Club Náutico de Palma fueron protagonistas en el concierto solidario.

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Los ritmos lentos de las habaneras, sus nostálgicas melodías de aroma oceánico y las sentidas letras de amor y desamor fueron la noche de este jueves protagonistas en el Real Club Náutico de Palma, que se convirtió en el escenario de la novena edición de la Nit d’Havaneres, recital organizado por la Asociación de Navegantes Mediterráneo, dedicada desde su fundación al fomento de la navegación y a la preservación del mar y la cultura que lo envuelve.

«Además de defender los derechos de los navegantes, cada día más vapuleados, procuramos centrar nuestros esfuerzos en organizar eventos a beneficio de otros. Comenzamos con un mercadillo navideño, pero pensamos en algo más marinero: las habaneras son suaves, tranquilas, románticas y le cantan al mar», afirmó Biel Morey, expresidente de la asociación e impulsor de la Nit d’Havaneres desde el primer año. Como en todas sus ediciones, el concierto fue de cariz solidario: todo lo que se recaudó con la venta de entradas, a un precio de 30 euros, fue a beneficio de la Fundación Banco de Alimentos de Mallorca. Asimismo, se habilitó una fila cero para aquellos que no podían asistir al concierto, pero deseaban realizar su donación.

Con la caída del sol, a las 19.30 horas empezaron a llegar al club los primeros de los 250 asistentes al recital, donde fueron recibidos con un completo aperitivo, elaborado y servido por un numeroso grupo de voluntarios del Banco de Alimentos. Y fue la periodista y presentadora Mar Puigserver la encargada de conducir la velada. Pero, antes de sonar los primeros acordes musicales, el presidente del Real Club Náutico de Palma, Emerico Fuster, y Biel Morey tuvieron unas palabras de bienvenida y gratitud para los presentes y colaboradores en el evento. Con la noche encima y el paseo marítimo iluminado, arrancó el recital. Cabe destacar que el apartado técnico corrió a cargo de Nou Espectacles, de forma totalmente altruista.

En primer lugar, saltó a escena la Coral del Real Club Náutico de Palma. Bajo la dirección de Francesc Bonnin, sus voces interpretaron grandes clásicos del género, como La Mulata, A prop del mar y Tú, mi barco y el mar, el arranque perfecto para un concierto con mucho sentimiento y amor hacia el mar. Acto seguido, fue el turno de Ben Trempats, un conjunto palmesano formado en 2011 por seis apasionados de la canción marinera y tradicional. El conjunto, muy celebrado por el público, ofreció un recital de casi una hora, en el que deleitaron a la audiencia con canciones como La balada d’en Lucas; Mare, vull ser pescador; la Havanera, de Tomeu Penya; Vestida de Nit; Cap a romandre; Lola la tavernera; Tornaré; La Gavina o El Puente, entre muchas otras. Después el coro volvió a subir al escenario y, junto al grupo, interpretaron El meu avi; La paloma y El cano de Palamós. Para acabar por todo lo alto, esta vez también con el público, se entonó La bella Lola.

Acabado el recital, después de una breve intervención del presidente de la Asociación de Navegantes, Alfredo Fuster, tuvo lugar la tradicional entrega de reconocimientos, bellas miniaturas de barcos de vela en piedra de Santanyí, obra del escultor Gori Uceda. Por su protagonismo en la velada y haber participado en sus nueve ediciones, los primeros en recibir la escultura fueron la Coral del RCNP y Ben Trempats. Finalmente, el presidente del club, Emerico Fuster, también recibió un reconocimiento.