Una vez acabado el oficio solemne se realizó el tradicional reparto de los verdes y aromáticos brotes de albahaca. | Pere Bergas

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El monasterio de La Real ha acogido durante la tarde de este sábado la tradicional romería de Sant Bernat, considerada la más antigua de Mallorca, dado que la devoción del santo comenzó en la Isla tras su conquista y después de la fundación del cenobio, en el año 1235. En la celebración no faltó la bendición de la alfabeguera, uno de sus elementos más representativos.

Los realins y realines llegaron al monasterio alrededor de las 18.00 horas y, después de la Sonada de Xeremiers de las colles de La Real y Son Roca, y el repique de campanas, los vecinos accedieron al templo, donde se desarrolló el oficio solemne de Vespres Cantades, que contó con las voces de la coral Brot d’Alfabeguera. Una vez acabado el oficio se realizó el reparto de la albahaca que, como el año pasado, se ha tenido que encargar. Los vecinos que asumían la tarea de plantarlas esperan el relevo generacional. A diferencia de los últimos años, esta vez los fieles tuvieron la oportunidad de pasar por el oratorio de Sant Bernat y venerar su figura.

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Después del oficio, en la Plaça de l’Esglèsia se celebró una sesión de Ball Obert, con la música de los xeremiers. La fiesta continua con la revetla de Sant Bernat, animada por los grupos Ramallets y Sedaç. Asimismo, los asistentes visitaron las salas del claustro, que se convirtieron en un espacio expositivo para numerosos artistas. También se reunieron allí algunas integrantes de la Asociación Balear de Encaje y Bordados.

Este domingo las fiestas de Sant Bernat concluirán con un variado programa, en el que destaca la Correguda de Joies por la mañana, y la fiesta final Sant Bernat l’apaga!, a medianoche.