Mario Biondo, cámara italiano y marido de la presentadora de televisión Raquel Sánchez-Silva, es hallado muerto en el salón de su piso de Madrid. | Youtube: Netflix España

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Las últimas horas de Mario Biondo ya se puede ver en Netflix. La plataforma de streaming ha estrenado este jueves 3 de agosto la docuserie, dividida en tres capítulos de 45 minutos cada uno, que se centra en el fallecimiento del por entonces marido de Raquel Sánchez Silva. Esta producción, que revela nuevos datos del caso, llega en el décimo aniversario de la muerte del cámara italiano y la plataforma asegura que «aún quedan interrogantes sobre la última noche de Biondo». La docuserie, que está dirigida por María Pulido y producida por Par Producciones, aporta testimonios y material de investigación hasta ahora inéditos con el objetivo de ofrecer una visión global de todo lo ocurrido.

Hay que tener en cuenta que la presentadora no aparece en ninguno de los capítulos, aunque su versión está representada por su antiguo agente, Guillermo Gómez, quien a su vez es uno de los productores ejecutivos del título. La docuserie también cuenta con los testimonios de varios expertos forenses, un psiquiatra y jueces, entre otros, pero no con el de los policías, fiscales y magistrados, es decir, los funcionarios públicos que participaron en la concisa investigación de este caso, un hecho que la producción justifica en su final por el deber de «confidencialidad».

El primer episodio de Las últimas horas de Mario Biondo narra la historia de amor del Raquel y Mario, quienes contrajeron matrimonio en junio de 2012. Once meses después, el 23 de mayo de 2013, el cadáver de Mario fue encontrado ahorcado en la estantería del salón de la casa que compartían en Madrid. A medida que avanza la producción de Netflix, tanto los familiares de Mario como el antiguo representante -hasta 2022- de Raquel exponen sus tesis sobre lo que ocurrió la noche del 29 al 30 de mayo de 2013 en la casa donde vivía el matrimonio.

Cartel promocional.

Según el entorno del cámara, este fue asesinado cuando acababa de descubrir en Internet algún material de tipo pornográfico que podía comprometer a la presentadora, a quien la familia Biondo llamó «viuda alegre» por su actitud tras la muerte de su marido. Por el contrario, el círculo de Sánchez Silva desliza que después de una noche de excesos con cocaína y visita a un club de alterne, trató de llevar a cabo una práctica de «autoasfixia», considerada como un juego sexual, que acabó en el fatal desenlace.

A lo largo de estos años la muerte del italiano ha generado una gran polémica tanto en su país como en España ya que sus padres siempre han mantenido que su hijo no se quitó la vida. En diciembre del año 2021 concedieron una entrevista en el programa Todo es verdad de Risto Mejide, donde Santina D’Alessandro aseguró que «no fue un suicidio y mucho menos un accidente». La madre de Biondo también se mostró muy dura con Sánchez Silva: «No consta en ninguna investigación española ni italiana que fuera un accidente. Fue Raquel quien escribió un tuit de que había sido un accidente y esto ha sido lo que ha puesto en marcha que se utilice ese término». Además, criticó las declaraciones de la periodista en los medios: «Este invento de que mis hijos de pequeños jugaban a asfixiarse es otra invención de Raquel. No es cierto. Mi hijo está muerto y no ha podido defenderse de estas acusaciones que se han publicado en la prensa».

El 30 de mayo de 2013, Mario fue encontrado ahorcado en el salón de su vivienda: el cámara de televisión tenía un pañuelo de seda por el cuello que estaba atado a una estantería de metal. La investigación del caso se cerró en España en 47 días y se determinó que era un suicidio. En agosto de 2022 Nicola Aiello, juez instructor en el Tribunal de Primera Instancia de Palermo y al frente de la investigación, cerró el caso dictaminando que murió a manos de terceros. El expolicía y perito judicial contratado por los Biondo, Óscar Tarruella ha confirmado a la agencia Efe que emprenderán «acciones legales» contra el documental, ya que desautorizaron la cesión de sus derechos de imagen al conocer que detrás de la productora estaba el antiguo agente de Sánchez Silva, una información que, asegura, les ocultaron.