El contenedor de Anita Cakes, en Fan Mallorca | Pere Bota

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Hola? Pero qué es esto?». Es la pregunta que se hacen los visitantes a Fan Mallorca desde hace poco más de una semana cuando se encuentran en el exterior del centro comercial un nuevo establecimiento que no deja indiferente a nadie: un contenedor marítimo ya ‘jubilado’ transformado en el local más coqueto que uno se pueda imaginar, de un rosa chillón y con rooftop incluido. Se trata del nuevo establecimiento de José Antonio Muñoz y Ana Sánchez, propietarios de Anita Cakes, una pastelería que cuenta con un horno en Alcúdia, un popular local en Palma y varias food trucks repartidas por toda la Isla. Su lema podría ser ‘todo al rosa’ porque es el color de sus locales, y su nuevo establecimiento no podía ser menos.

José Antonio y Ana, que fueron de los pioneros en montar una food truck en Mallorca, llevaban barruntando la idea de adquirir un container antes de la pandemia, pero las restricciones de la COVID-19 paralizaron el proyecto. Hace un año decidieron retomarlo y buscar un contenedor. Resultó un fracaso. Se toparon con una mafia senegalesa que les prometió el container, incluso les envió los papeles de compra y terminó estafándoles 2.500 euros. Del contenedor no supieron nada. «No fuimos los únicos afectados –lamenta José Antonio–. Hay gente engañada por todas partes. Están denunciados y a la espera».

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José Antonio Muñoz y Ana Sánchez, con la camarera del local.

A la segunda fue la vencida. Contactaron con un vendedor en Palma que se encargaba de dar una nueva vida a los contenedores marítimos que se daban de baja, y tras cinco meses de transformación, tiene ahora una nueva vida útil en secano, en la entrada del Fan Mallorca. Y no fue una renovación fácil ni barata. «Hemos trabajado de sol a sol estos meses. Nosotros, conocidos, expertos en el tema... el container se ha adaptado a las necesidades del negocio; lo hemos aislado, forrado con pladur, cuenta con el cuadro eléctrico preceptivo, aire acondicionado, lo ha revisado prevención de riesgos... todo hasta conseguir el resultado que pueden ver los visitantes», relata el empresario, que no duda en resaltar la idea de que el contenedor tenga incorporada hasta una terraza en el piso superior: «Queríamos ser pioneros en algo en Mallorca, y creo que lo hemos logrado. Solo hemos visto algo igual en Tailandia», asegura feliz Muñoz.

El coste de su sueño no ha sido precisamente barato: 4.000 euros el precio del contenedor, 9.000 más en materiales y el resto en mano de obra y acondicionamiento. Unos 30.000 euros en total que los dueños de Anita Cakes esperan recuperar en un plazo de dos años. Además, y tras varios días trabajando dentro, este matrimonio destaca lo cómodo que es moverse dentro para cocinar y servir, «mucho mejor que en un camión de comida, que es más pequeño y estrecho. Ahora tenemos un expositor de hasta cuatro metros. Todo es mejor».

El contenedor de Anita Cakes ofrece el mismo servicio que su cafetería: han habilitado una estación de café, repostería creativa americana e inglesa, crepes, helados y toppings... pero esperarán hasta el invierno para incorporar los platos salados. La respuesta del público, muy positiva: «La gente se acerca curiosa y se muestra encantada. Además, este fin de semana se estrena la película Barbie, un mundo rosa para nuestro negocio rosa. Nos ha venido que ni pintado».