Ya recuperado del enorme esfuerzo realizado, Xamena posa en sa Ràpita.

TW
1

El objetivo del atleta de Porreres Bernat Xamena era realizar 170 subidas al Puig de Monti-sion, en Porreres, en unas 36 horas, y alcanzar los 17.600 metros de desnivel acumulado, y lo consiguió –y superó– a pesar de la ola de calor que afecta a la Isla desde el sábado. Fue duro, y las condiciones climatológicas obligaron a este atleta solidario a detenerse para superar un golpe de calor el sábado, y para evitar que se repitiera el domingo, apenas el tiempo necesario para recuperarse y volver a subirse a la bicileta para apoyar a la asociación ELA Balears.

Lo peor de este reto –que comenzó al amanecer del sábado y finalizó ayer por la mañana– fueron las pausas que tuvo que realizar en los momentos de calor extremo, entre las 14.00 y las 16.00 horas. En ese momento rodaba solo –normal, con lo que caía a esa hora en Porreres–, porque el resto del tiempo fueron muchos los ciclistas que le fueron acompañando. «Entre las dos y las cuatro, el calor era muy intenso. Esa subida de la temperatura nos soprendió y no hubo tiempo de aclimatarse. A las cuatro no me sentía bien, sentía un peso en el pecho y mi cuerpo no aceptaba bien los líquidos», pero decidió continuar. «A medianoche corría una brisa agradable, pero yo no paraba de sudar, y eso a mí no me suele pasar. A las 1.30 horas, mi equipo me sugirió que parara el tiempo suficiente para darme una ducha en casa de mi hermano y tumbarme un rato. En cuanto me recuperé, volví a la bici. A partir de ahí, todo fue rodado».

Bernat Xamena contó con la compañía de muchos ciclistas a lo largo de esas 36 horas y media que necesitó para realizar las 176 subidas al Puig. «Hasta por la noche vino gente a acompañarme, yo creo que fueron como trescientos en total, a algunos los conocía, pero a muchos, no. Incluso algunos vinieron desde Ciutadella, y eso que allí estaban en plenas fiestas de Sant Joan».

Trabajo en equipo

Para poder llevar a cabo este reto, Bernat contó con un buen equipo. «Mi familia al completo, mi mujer, mi hermano, con quien he hecho alguna aventura de ultradistancia... Ellos hicieron un trabajo increíble, se preocuparon cuando vieron que había algo que no funcionaba, como me sucedió el sábado, y supieron hacerme ver que debía parar para recuperarme. Estuvieron los dos días pendientes de mí». Xamena añade que «lo más importante es estar rodeado de gente muy profesional y la compenetración de un trabajo en equipo».

Bernat Xamena contó con el apoyo de mucha gente
Bernat Xamena contó con el apoyo de mucha gente.

En total, Xamena pedaleó 603 kilómetros, «pero piense que la mitad eran de subida y la mitad de bajada», dice como para restarle importancia a lo conseguido, como si lo suyo no hubiera sido un gran reto superado por encima de cualquier golpe de calor. De momento no tiene planeada ninguna nueva prueba solidaria, y se entiende, porque aunque ya esté descansando en sa Ràpita, donde reside, con el alivio de la brisa marina, tiene que recuperarse aún de tamaño esfuerzo.