Con Ascen Maestre están los ecuatorianos Fany y Miguel, que son madre e hijo, y la argentina Erica. Los tres llevan bastante tiempo tratando de legalizar su situación.

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Ahora que se produce un relevo en las instituciones de esta comunidad, y aprovechando que sa Riera pasa por Palma, os voy a contar una historia cuyos protagonistas son personas reales.

Sin papeles a su pesar...

El pasado viernes nos dimos una vuelta por SOS Mamás. Era mediodía, y Ascen Maestre estaba con su gente preparando la comida que se serviría un rato después, y entre su gente, estaban Fany y Miguel, madre e hijo, inmigrantes de Guayas (Ecuador), esperando legalizar su situación por la vía de reagrupación familiar, mientras tanto comen y se llevan la cena gracias a SOS Mamás, donde son voluntarios. Y al lado de ellos, otra voluntaria, Erica, casada, madre de tres niños, de Rosario (Argentina). Su marido, sin papeles, se busca la vida como puede, cobrando en negro y, desde luego, menos que los que tienen un contrato. Erica nos dice que no puede pedir los papeles por no sabe qué causa. Ascen, tratando de tranquilizarla, le dice que es posible; que hablará con alguien para que les resuelva el problema…

Saber con lo que contamos

Luego, en su despacho, Ascen nos comentó que «uno de los asuntos con los que nos encontramos con los inmigrantes es que muchos no saben cómo legalizar su situación, y los que lo saben y la tramitan, ven que esta tarda en llegar dos o tres años. Y en esto –añade–-, la Administración debería ponerse las pilas, pues si ellos, muchos con niños pequeños, han venido aquí, ha sido porque los políticos así lo han querido. ¿No dijo una vez Zapatero, refiriéndose a la inmigración, que café para todos? Pues estas son las consecuencias. Porque un inmigrante sin papeles durante tanto tiempo, sin poder regularizar su situación, cobrando una miseria, y encima en negro, lo lógico es que termine delinquiendo… Por eso –sigue, pensando en el relevo político en    las instituciones de la comunidad– ahora que se van a producir cambios en Baleares, la Consellerìa d’Afers Socials debería crear un departamento solo y exclusivamente para asesorar y orientar a la gente que viene de fuera respecto a los pasos que han de dar para legalizar su situación, y tener a mano la lista de establecimientos de acogida del Govern, Consell y ayuntamientos para saber el número de camas que tienen disponibles… Y si faltan establecimientos de este tipo, construir más. Y si el estado de los construidos deja que desear, que los arreglen. Que estamos hablando de albergar a personas, no de hacinarlas. Que hoy le estamos dando más importancia a que una tortuga haya dejado tropecientos huevos en una playa, a que la gente esté durmiendo en la calle».

«Somos más y todo ha subido»

Ascen se toma un pequeño respiro para sacar de un cajón de su mesa un montón de papeles,    más otro papel aparte. «El montón son parte de las fichas de las personas que vienen a comer aquí. Porque, ¿sabe cuántas fichas tenemos en total…? 3.600, correspondientes a otras tantas familias... A cuatro personas por familia… Pues haga cuentas, porque esas personas son a las que damos de comer. ¿Y qué pasa…? Pues que la luz y el gas, que pagamos, ha subido, que la comida, sobre todo lo básico, aceite, leche, papillas, pañales, etc., ha subido… Que las reparaciones que hacemos, también han subido, mientras que las ayudas que recibimos por parte de los que mandan son exiguas.    Y otra cosa más, la Iglesia, que podría dedicar parte de los conventos semideshabitados que tiene para alojar en ellos a personas que duermen en la calle, no solo no lo hace, sino que, por ejemplo, si tiene algún local que alquila, lo cobra. Y lo digo con conocimiento de causa, porque este local donde estamos es de la Iglesia, y esta –nos muestra el papel solitario, en cuyo extremo aparece el membrete del Obispado– es la factura que pagamos… 986,45 euros, IVA incluido, al mes».

Escuchando a Ascen Maestre,    nos viene a la memoria lo que no hace mucho nos comentó Toni Bauzá, del comedor social Tardor, referente a la concejala del PP, Mercedes Celeste, que en este último mandato de Hila iba por dicho comedor interesándose en si el Ajuntament les ayudaba… Pues bien, a ella, que ahora va a estar en el gobierno municipal, seguramente le seguirá preocupando si los comedores sociales están bien atendidos, que no lo están, sino que su situación es cada vez peor… Pues ¡venga!, pase a la acción. Queremos decir con ello que salgan a la calle, que visiten esos comedores y albergues, que hablen con quienes los llevan y con los que van a comer o se hospedan en ellos… ¿No decían que los miembros del gobierno anterior no salían de sus despachos? Pues salgan ustedes y tomen el pulso a esta realidad. Porque si lo hacen, y toman cartas en el asunto, esa realidad podría mejorar.