Dos visitantes se fotografían en las terrazas de la Seu este miércoles, coincidiendo con la reapertura a la visitas. | Julián Aguirre

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Desde este miércoles y hasta el 31 de octubre, se pueden visitar las terrazas de la Catedral de Mallorca, una perspectiva diferente para conocer el templo y, en especial, para divisar las privilegiadas vistas aéreas a la ciudad y a la bahía de Palma. Largas colas se registraban desde primera hora para disfrutar de las impresionantes vistas y acceso a la Seu.

Tras ascender los 137 escalones, los visitantes pueden apreciar los arcos que se abrieron en tiempo de Gaudí, los muchos contrafuertes, con doble arcada de arbotantes a la usanza del norte europeo, cosa nada habitual en las iglesias levantinas; el rosetón mayor con sus 13 metros de diámetro y 1.115 cristales, además de réplicas de los vitrales que se ven desde el interior y que explican, en un pequeño letrero, el año en que se abrieron.

También se aprecia el conjunto de las nueve campanas, entre ellas la campana Aloy de 4.000 kilos, que suenan en las misas. Un recorrido no guiado en el que los visitantes tienen 30 minutos de tiempo en los que pueden realizar fotografías y apreciar a vista de pájaro la ciudad de Palma. Unas visitas que comenzaron en el año 2016 y que se cierran durante la temporada de invierno para realizar mantenimiento.

Los horarios son desde las 10.00 de la mañana hasta las 16.30 horas, en grupos máximos de 60 personas y previa reserva por la página web o en la entrada de la Catedral, con un coste de 20 euros y de 7 euros para residentes. Con la entrada también se puede visitar el templo. El acceso queda restringido a menores de nueve años, mujeres embarazadas y personas con problemas de movilidad o de corazón.