Ellos son Toni Alonso y Dj Sito, DJ animadores de fiestas de alto nivel. Trabajan al mismo tiempo: mientras uno pincha el otro anima a la gente a bailar. | Click

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Toni Alonso y Dj Sito son DJ que se dedican exclusivamente a pinchar en fiestas y bodas de gente de mucho nivel. Fiestas y bodas, generalmente, de    alemanes, ingleses, rusos, y últimamente, norteamericanos, «aun- que también nos llaman gente de aquí, mallorquines o peninsulares residentes en la Isla». El primero en dedicarse a amenizar musicalmente este tipo de eventos fue Toni, «y de un año a esta parte lo hacemos los dos, a cuatro manos, es decir, los dos a la vez. Mientras uno pincha el otro habla… Hemos creado un estilo que funciona y gusta».

En cuanto a la música que suena, «si son extranjeros los que se casan o celebran una fiesta a nivel privado, la música que pinchamos es house y pop, música de los 70 y 80, sobre todo. Pero si son españoles y sudamericanos, manda el reggaetón».

Naturalmente, es el cliente el que suele dar la idea a los DJ sobre la música que les apetece, luego ellos hacen la selección y buscan los tiempos apropiados para pinchar determinados temas. «Y eso lo hacemos en las fincas que generalmente eligen para la celebración, o la casa de la persona que organiza el evento. Incluso en la iglesia, si es una ceremonia religiosa. En este caso suenan solo cuatro temas: cuando entran los protagonistas de la celebración, los novios, por ejemplo, cuando el público se sienta, en un momento determinado del acto y al final del mismo. Por norma general, antes del acto solemos hablar con el párroco por si algún tema elegido no es conveniente que suene en el templo… Que no suele ocurrir».

En cuanto a los precios, estos dependen del tiempo que dure la celebración. Por ejemplo, la fiesta que sigue a la cena, suele durar unas cuatro horas y… «Pues que sobre nuestros honorarios, podemos empezar a hablar a partir de los 1.100 euros». En muchos de los eventos en los que han pinchado se han encontrado con gente famosa en sus países, que en cambio aquí son unos completos desconocidos. «Por eso puede que se vengan aquí, para estar más tranquilos. O porque tienen una casa… O porque nuestro clima les encanta. Y los hay que llegan casados a la Isla, y que aquí hacen una segunda celebración. Suelen ser alemanes e ingleses».

Fiestas en Mallorca.

Generalmente, muchas de estas celebraciones suelen hacerse en Son Marroig, pues, aparte de que el lugar es de lo más idílico, está más que preparado para un evento de estas características, «aunque el cliente es siempre libre de elegir el lugar. Por eso, a veces, las hemos hecho en yates o en fincas privadas. Y por norma general, dejan que seamos nosotros los que vayamos marcando la pauta, de hecho nuestro lema es ‘Somos creadores de emociones’».

Lo único que no han hecho hasta la fecha es poner música en un funeral. «No ha surgido la ocasión… Aunque si nos lo pidieran, y no hubiera inconveniente por parte del celebrante, lo haríamos, todo sería cuestión de elegir la música adecuada y los momentos para que sonara». Ni que decir tiene que tanto estas bodas como otros eventos sociales para los que han sido reclamados Toni Alonso y Dj Sito (www. toniyalonsodj.com/atutiplendj) funcionan. De hecho, el año pasado estuvieron amenizando unas sesenta bodas y alrededor de 25 fiestas privadas. Y entre ellas, también bodas y eventos LGTBI».

Ya tienen casa

¿Os acordáis del caso de los tres chavales que regalaron sus ahorros –1.500 euros– a personas necesitadas para que pasaran una buena Navidad? Como os conté, fueron tres casos muy concretos: una familia con un hijo autista a la que habían desahuciado y que vivía en un albergue de acogida, cuatro indigentes instalados en la entrada del párking de la plaza que hay frente a lo que fue Teatre Balear, y a unas familias que viven en la cárcel antigua.

Pues bien, uno de ellos, en parte, ha solucionado su situación. Nos referimos a la familia que por culpa de un desahucio se quedó en la calle en vísperas de Navidad, una familia formada por Irina Nocada, su hijo, y el compañero de ella, Vivier, cubano y músico sin trabajo. ¿Que qué ha pasado? Pues que con el dinero de los chicos y el que les ha dado la madre de ella, se han ido a Galicia, a un pueblecito muy próximo a Santiago, porque un amigo de Vivier, cubano como él, le ha dicho que allí hay muchas orquestas, por tanto posibilidades de trabajo, posibilidades que también tiene de encontrarlo ella.

Muy agradecidos

Así que, en parte, problema solventado. Porque también han podido llevarse hasta allí a los dos gatos, además de los pocos muebles que tenían. «Y como encima tenemos un mes de la casa pagado, de aquí a que comience el segundo, seguro que él o yo, o los dos, ya estamos trabajando. Y en cuanto al niño, esta semana vamos a matricularlo en un centro, en el que hay una plaza para él».

Irina, que no sabe como agradecer a los tres chicos lo que hicieron por ellos, lanza un mensaje de esperanza a quienes no lo están pasando bien. «Que luchen… Que no den nada por perdido… Que por muy grave que sea el problema, siempre puede haber solución para resolverlo, como nos ha pasado a nosotros».