Tras participar en un animado pasacalles en busca de su dragón, los alumnos volvieron a la plaza, frente al colegio. | Pere Bergas

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En el campanario de la iglesia de Son Ferriol cuelga estos días una pancarta que reza: «Visca Sant Antoni, visca Son Ferriol». Este núcleo del extrarradio de Palma, con espíritu de pueblo, está de doble celebración: este fin de semana conmemorará las fiestas de su patrón, Sant Antoni Abat, advocat del bestiar, y este viernes el colegio homónimo celebró medio siglo de historia. «Alcanzar 50 años de historia es todo un hito y poder celebrarlo con las fiestas de Sant Antoni no tiene precio. El aniversario se tenía que celebrar en 2020 pero, a raíz de la pandemia, invitamos a las familias a parar sus relojes para celebrarlo como toca», declara la directora del Col·legi Sant Antoni Abat, Magdalena Gomila.

De este modo, para festejar las fiestas de su patrón por todo lo alto, con la ayuda de la Comissió de Festes de Sant Antoni, más de 400 alumnos de Educación Primaria y Secundaria salieron a la calle ataviados con disfraces, tridentes y máscaras de dimoni. Con los Xeremiers de Santa Maria Pep Manel y Josep al frente, y acompañados por Sant Antoni y los dimonis de Son Ferriol, los alumnos participaron a las 11.30 horas en un divertido pasacalles, en busca de su bèstia de foc, el Drac de Sant Antoni. Por el camino, los escolares cantaban Sant Antoni i el dimoni jugaven a 31, y también provocaban a Llengo, su dimoni favorito, mientras vecinos y comerciantes se asomaban a la calle para conocer el origen de tanto revuelo.

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El ‘sus’ a la fiesta

Tras recoger al drac, los niños volvieron a la plaza donde, tras una pequeña muestra de ball de bot, la directora y varios alumnos entonaron glosas sobre Sant Antoni. «Son Ferriol siempre fue una zona de carácter rural y, junto a Sant Jordi, se le llamaba s’horta de Palma: en todas las tierras se cultivaban cereales, legumbres o verduras, y había muchos animales. En 1957, cuando se levantó la parroquia, se le llamo Sant Antoni Abat», explica el párroco de Son Ferriol, Guillem Rosselló, que para cerrar el acto bendijo la banderola que cuelga en la fachada del colegio.

Entrada la noche, la fiesta siguió con el encendido de un fogueró y un correfoc. Hoy las fiestas de Sant Antoni continúan con otro cercavila y la Dimoniada Infantil a las 10.30 horas; un concurso de espinagades, a las 12.30 horas, así como una noche de bailes y torrades. Este domingo, a las 11 horas, se celebrará una misa solemne en honor a Sant Antoni, presidida por el obispo Sebastià Taltavull, y a las 16 horas tendrán lugar las tradicionales Beneïdes de animales de trabajo, frente a la iglesia.