Farr en la entrada de la cueva Combe Negre, en el río francés de Dordogne. | R.D.

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En Viaje al centro de la Tierra, Julio Verne escribió que «no hay nada que embriague tanto como la atracción al abismo». El espeleobuceador Martyn Farr (Gales, 1951) constata la aseveración. Farr ha dedicado su vida a la exploración, a documentar lo recóndito: durante más de medio siglo se ha adentrado en grutas de todo el planeta, ha recorrido cientos de ignotos pasajes subterráneos y ha escrito obras de referencia en este campo, como The Darkness Beckons. Este jueves, esta figura de la espeleología, reconocida a nivel mundial, visitó la sede de la Societat d’Història Natural de les Balears, donde ofreció una conferencia ante una concurrida audiencia.

¿Cómo describiría su ‘atracción al abismo’?
–El abismo es un lugar misterioso, desconocido por la mayoría. Eso es lo que más me atrae.

¿Qué le trae a la Isla? ¿Es la primera vez que explora sus cuevas?
–He venido a Mallorca a tomar fotografías. He estado aquí en varias ocasiones, tres o cuatro. La última fue a finales de los 90, cuando realizamos algunas exploraciones originales, pero el equipamiento que utilizábamos entonces no era tan sofisticado como el que utilizan los exploradores locales en la actualidad.

¿Qué destacaría?
–Las cuevas de Mallorca son bellísimas; hay algunas de las cuevas más bonitas del mundo, tanto en la superficie como bajo el agua. Hay pocas cuevas que sean tan bellas bajo el agua como las de esta isla.

¿Cuándo empezó su carrera?
–Empecé en la espeleología en 1961, de la mano de mi padre, él fue mi mayor influencia en ese momento. Cuando conocí a otros exploradores comprendí que había un mundo muy especial bajo el agua, en el que muy pocas personas se habían aventurado. ‘Yo puedo hacerlo: puedo ser explorador y encontrar nuevos lugares’, pensé. Cuando fui a la universidad aprendí buceo, solo para sumergirme en las cuevas.

Se ha adentrado en grutas de todo el planeta. ¿Qué expedición ha sido la más especial?
–He tenido la suerte de explorar cuevas en todo el mundo: Rusia, Australia, Nueva Zelanda, Irán, Turquía, China, Japón, Malasia, Brasil, México y Europa. Batí un récord mundial de buceo en Bahamas en 1981 y 1982. Hay muchas cuevas: bonitas, largas o desafiantes, pero creo que las más especiales están en Nueva Zelanda, porque son preciosas.

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Martyn Farr en la sede de la Societat d’Historia Natural de Balears. Foto: P. B.

¿Qué se necesita para ser un buen espeleobuceador?
–Necesitas entrenamiento y después experiencia. Debes mantenerte actualizado con el equipamiento y la tecnología, y asegurarte de bucear con regularidad. De este modo puedes reaccionar a cualquier posible problema.

¿Qué pensamientos aparecen en su mente en la oscuridad?
–Siempre voy a una cueva con un objetivo marcado, sé exactamente lo que quiero hacer: puede ser explorar, enseñar o hacer fotografías. Y no puedes hacer varias al mismo tiempo.

Ha visto de cerca la muerte. ¿Cómo se enfrenta al miedo?
–Cuando empecé en el espeleobuceo no tenía ningún miedo, casi morí en mi sexta expedición. Fue una gran advertencia. Jamás puedes permitirte entrar en pánico. Aprendes todo aquello que puede salir mal y desarrollas estrategias para superar el problema tan pronto como aparece.

En comparación al niño que exploraba las cuevas de Crickhowell, ¿cómo han cambiado las sensaciones durante las expediciones?
–Las sensaciones son las mismas. Cuando era un niño me parecía un mundo mágico, emocionante. Todo lo que quería en mi vida era ser espeleólogo. Todos decían que no podrá ganarme así la vida, pero yo estaba seguro. Hoy, cuando vuelvo a Mallorca, sigo sintiendo que es algo mágico y me genera la misma pasión.

¿En qué proyectos está centrado y cuáles son sus planes de futuro?
–Quería volver a Mallorca desde hace años, y creo que volveré el año que viene, porque hay tanta belleza que no puede capturarse en un solo viaje. Ahora tengo un libro de fotografía en proceso de publicación con los cien mejores paisajes de las cuevas británicas.

¿Cuáles son los secretos para tomar buenas fotografías?
–Hoy lo más importante es la composición y la iluminación de la escena. Las cámaras son muy buenas, por lo que debes prestar atención a esos aspectos.

¿Qué le llevó a escribir libros sobre el espeleobuceo?
–Siempre lo encontré un tema fascinante y, al conocer a diferentes exploradores, vi que había fantásticas historias que contar.

¿Cuál es la mayor lección que ha aprendido en su carrera.
–Siempre digo You’re a long time dead, debes vivir y cumplir tus sueños ahora. No hay tiempo para esperar, vive ahora.