Donde está la cruz, hace más de 70 años, estaba la imagen de la derecha... | Click

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Juan Antonio Montañez, al que se le une Toni de la Mata, está dispuesto a devolver la dignidad, tanto a la escultura de Ramon Llull, como la placa que está a su lado, ambas ubicadas en la entrada de la cueva de Randa a la que el beato se retiró a meditar tras haber decidido abandonar la vida mundana que llevaba.

Como contamos hace unas semanas, por muchas razones, ya va siendo hora de que ambas sean restauradas. Ya toca. Por eso volvimos al lugar, ahora con vecinos de Randa, también a favor de que el problema se resuelva. Que tampoco es de difícil solución, sino que más bien es querer resolverlo.

Lugar muy visitado

Y es que es un pena que en plena era en que las autoridades están    defendiendo lo nostro por encima de muchas cosas, permitan que tanto la imagen, como la placa que explica la relación cueva-beato, se encuentren en un estado tan deteriorado. Y eso que el lugar está considerado BIC, es decir, bien de interés cultural.

Por eso van –vamos– a insistir    ante ‘quien corresponda’, para que se repare el agravio lo más pronto que se pueda.

Y si pensamos que podría ser el Consell, es porque, según ha averiguado Montañez, este se encargó de restaurar los alrededores del lugar, incluso de cerrarlo con una valla, «por tanto debe de ser él quien restaure la imagen del beato, decapitada y mutilada de pies y manos, y adecente la placa, cuando menos que la deje legible. Que tampoco es pedir nada del otro mundo, y más –añade– cuando este lugar es muy visitado por turistas y niños de distintos colegios de la Isla. Es más –prosigue Montañez–, estoy convencido de que si el Consell hablara con la propiedad de las tierras donde está la cueva, seguro que en ella encontraría colaboración. Es decir, todo es cuestión de ponerse. Hablar todas las partes, puesto que la restauración    beneficia a todos. Por tanto, cualquier cosa menos dejar todo como está ahora».

ARCA ya lo denunció

Nos contó Montañez, que no ha parado de indagar a lo largo de los días pasados, que también habló con ARCA, «desde donde,    en 2007, ya habían presionado al Consell de Mallorca para que restauraran la escultura de Ramon Llull de Randa… Por lo que me han dicho que van a insistir en ello, lo cual –señaló– es una buena noticia».

Por otra parte, al llegar a Cura y recoger la llave que abre la verja tras la cual está la cueva de Ramón Llull, nos encontramos con cuatro vecinos de Randa, María de Lluc Gual de Torrella, Leonor Tremols, Biel Porcel y Toni Cerdá, a los que Montañez había citado, entre otras cosas porque no están de acuerdo, ni entienden cómo a día de hoy no se han restaurado la escultura y la placa, ni que nadie, amante de la cultura, y de todo lo que haga referencia al beato mallorquín, que sobre el papel son muchos, haya levantado la voz, exigiendo a quien corresponda su restauración. «Que tampoco supondría un dineral        –señala Toni de la Mata, que a lo largo de su vida ha hecho no pocas restauraciones de esculturas–. Es más… Si me apuras un poco, más de un escultor, si se lo pedían, lo haría gratuitamente».

De la entrada a la cueva

«Pensábamos que en 2015-2016, con motivo del Año Luliano, se restaurarían –manifiesta Cerdá–, pero no ha sido así. ¿Por qué….? Pues no lo sabemos…».

A continuación, Cerdá, señalándonos la cruz de piedra que corona la entrada al santuario de Cura, nos dice: «Donde está ahora la cruz, hace más de 70 años, estuvo la imagen de Ramon Llull… La misma que ahora, mutilada y decapitada, está en la cueva. Y si está en tan mal estado no fue porque alguien se ensañó con ella, sino que quedó así al caerse desde ahí arriba en un día de tormenta. Según parece, los frailes pidieron permiso a la propiedad de las tierras para llevar la imagen a la cueva, donde le recolocaron la cabeza, brazos y pies, y ahí se quedó».

Pero con el paso del tiempo,    seguramente por la acción de algún bárbaro o descerebrado de secano, perdió todo lo que le habían recolocado, quedando como está ahora. Pero –señala Montañez– «de eso hace también mucho tiempo; mucho más de cuándo el Consell reconstruyó el camino, la entrada donde está la cueva y colocó la verja».

Voces pidiendo la restauración

Más adelante añade Montañez que «una persona del Consell, con la que me puse en contacto, me aseguró que a raíz de esa reforma, se dejó hecho el proyecto de la reconstrucción de la imagen, pero no sabe por qué no se ha llevado a cabo».

Según nos cuentan los vecinos de Randa, todos quieren que se restaure la imagen de Ramon Llull y que se limpie la placa explicativa del lugar. ¡Todos! Entonces, ¿a qué se espera?

Nota aparte a tener en cuenta

Entrando en el santuario de Cura, observamos, a la derecha,    dos máquinas de metal –estéticamente horribles, si las contrastamos con el entorno– que convierten monedas en medallas. O algo así. Vamos, que están ahí, porque el lugar obtiene un beneficio de ellas. Pasa que el día que estuvimos allí, una de ellas estaba estropeada, fuera de uso… Pero imaginamos que sería por poco tiempo, ya que llamarán al proveedor y este vendrá enseguida a repararla.

Pues bien. ¿Por qué será que según qué problemas se resuelven en poco tiempo y otros, en cambio, se eternizan? Queremos decir que por qué los frailes no llaman también a alguien con poder para que restauren la escultura del beato y la placa. Al fin y al cabo, Ramon Llull fue franciscano.