Los huevos en mal estado pueden provocar la infección de salmonelosis.

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La reciente noticia sobre un brote de salmonela en un restaurante de Palma el pasado sábado por la noche que afectó a una mesa de siete comensales ha vuelto a encender las alarmas sobre la importancia de cocinar correctamente los alimentos. El servicio de Epidemiologia de Salut Pública realizará ahora una investigación al local ubicado en los aledaños del barrio de El Terreno para ver si se advierten irregularidades. El origen del foco parece estar en una tortilla mal cuajada, pero, ¿cuáles son las causas de esta intoxicación alimentaria y hasta qué punto es preocupante?

La salmonelosis es una de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes en España. La causa la bacteria de la salmonella, cuando perjudica, principalmente, a huevos y carne -sobre todo, de animales de corral como pollo- crudos o poco hechos y lácteos. Cabe recodar que hace unos años ya se desató un brote de salmonelosis en Palma en un restaurante japonés, en aquel caso la bacteria se encontraba en el pescado sin cocinar del sushi. También puede afectar a verduras, hortalizas e incluso al agua. El gran problema es que, aunque estos productos estén contaminados con la bacteria, no tienen por qué presentar una mal aspecto u olor. Así, cuando los ingerimos nos podemos contagiar sin saberlo, no existe forma de identificarlo más que la prevención.

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¿Qué síntomas produce?

Los síntomas de la intoxicación alimentaria aparecen entre 12 y 72 horas después de haber ingerido el alimento contaminado. Los primeros síntomas suelen parecerse a la gastroenteritis común y son diarrea, fiebre y dolor abdominal. Sin embargo, en ciertos casos se puede requerir incluso ingreso hospitalario por fuertes diarreas que pueden causar episodios de deshidratación. En caso de que la bacteria se extiende a otras partes del organismo, puede ser necesario el uso de antibióticos. El punto crítico es si la infección alcanza el aparato digestivo, caso en el que puede llegar a provocar la muerte. Los niños y los más mayores son los grupos más vulnerables y que pueden sufrir con mayor gravedad los síntomas.

¿Cómo evitar infectarnos?

La mejor opción para evitar una infección es cocinar y congelar correctamente los alimentos siempre que esté en nuestras manos. Aun así, existen algunas pautas para evitar una infección:

  • Prestar atención a la fecha de caducidad y las recomendaciones de conservación.
  • Evitar comer carne cruda o muy poco hecha, sobre todo de aves y cerdo.
  • No dejar los productos lácteos fuera de la nevera.
  • En las salsas, como el alioli o la mayonesa, mantenerlos en la nevera y si son de elaboración propia aumentar el limón o el vinagre.
  • No comer huevos que no tengan la cascara intacta o tengan mal aspecto una vez abiertos.