Exquisita decoración navideña en el salón del GPRO Valparaíso donde se celebró la cena de gala solidaria. | Pere Bergas

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Bajo el lema ‘Por una juventud con futuro’, unas 200 personas asistieron este viernes a la XVII cena de gala benéfica de la Fundació Projecte Jove, celebrada en el hotel GPRO Valparaíso. El programa Projecte Jove nació en 1996 para ofrecer un tipo específico de intervención educativo-terapéutica para jóvenes con problemas de adicción y de asistencia a sus familias. A las 20.30 horas llegaron los primeros invitados, miembros de 22 empresas y entidades de la Isla que participaron en el evento. En total, ocuparon 25 mesas, cada una con un precio de 1.200 euros, cuya suma va dirigida a la fundación. Tras pasar por el photocall tomaron asiento; este año, a causa de la pandemia, no se celebró el habitual aperitivo y espectáculo musical previo a la gala, que se encargó de conducir Fernando Schwartz, diplomático, escritor y comunicador.

En esta ocasión, el galardón Fundación Projecte Jove recayó sobre el propio hotel Valparaíso, que dirige Toni Ferrer, que en los últimos cuatro años les ha cedido sus instalaciones de forma gratuita. A la velada asistió el presidente de la fundación, Tomeu Català; el conseller de Presidència, Javier de Juan; y la teniente de alcalde de Seguretat Ciutadana de Palma, Joana Maria Adrover. Tras el testimonio de personas que han pasado por el programa en los últimos años y la proyección de un video sobre la historia de la fundación, alrededor de las 21.30 horas comenzó la cena, elaborada gratuitamente por restaurantes y panaderías de Mallorca.

Como aperitivo, los comensales disfrutaron de un pasteló de Nadal de Son Penyaflor y un cocarroiet de rap, gentileza del Fornet de la Soca, acompañado por el queso mahonés de Formatges Mercadal. El entrante fue una tosta de gambas y cangrejo, del hotel Portitxol; el primer plato, de la Cuina Projecte Home Balears, una popieta de lubina rellena de frutos del mar con salsa de sus corales; y el principal, de La Alacena del chef Andreu Genestra, una escudella de porc negre amb bunyols de col, taronja i bolets. Para acabar, degustaron tres postres: Sa nostra llimona, del Restaurant Hom, pastel de matcha con salsa de maracuyá y pastel de chocolate negro con wasabi y frutos rojos, del Restaurant Can Jordi.