Clara Cerviño, ilustradora científica, frente a algunas de sus creaciones.

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Lápices de colores, acuarelas y muchas ganas de sembrar con buenos inputs emocionales paredes, libros, escritorios, tejidos y objetos de nuestra vida diaria son común denominador de cuatro jóvenes mujeres que a través de su propio estilo y diversa dedicación, aportan color a muchos hogares, ilustrando. Lo hacen desde Balears, donde han encontrado su refugio, rodeadas de todas las tonalidades del mar. En Eivissa, Clara Cerviño y Judit Binefa, y en Menorca Marina Mayor y Margarita Espinosa, desarrollan el arte de perfilar formas, reales o de ficción, que despiertan sentimientos y reflexiones, o sencillamente animan espacios y momentos. Sus nombres en Instagram llevan a viajar con sus creaciones. Son @Caperucitazul, @marinamandarina_illustration, @Claracervino_ilustracion y @Pigment_lettering.

Clara Cerviño es gallega y tiene 35 años. Estudió Biología en Santiago de Compostela, y un máster de Biología Marina en Barcelona la llevó de prácticas a Portugal, donde una compañera le habló de un curso de Ilustración Científica que le abrió un nuevo camino. Hoy, cada dibujo la lleva a investigar con precisión consultando a expertos en especies animales o vegetales. Con el proyecto Illustraciencia imparte charlas y cursos de lo que mejor domina: dibujar la vida. Hace dos años que reside en Santa Eulàlia, «es el paraíso, una maravilla», afirma. Desde su casita de campo dibuja plantas y flores y ha inmortalizado con su trazo los faros de Eivissa y Menorca. Sus dibujos (claracervino_ilustracion en Instagram) también los plasma en calendarios que vende en línea o en tiendas físicas, como BdeBarcelona, en la avenida de Gaudí. A la capital catalana le ha dedicado uno sobre sus baldosas.

Marina Mayor crea personajes que ilustrarán ropa y calzado.

Marina Mayor también tiene 35 años. Nació en Figueres pero ha vivido en muchos lugares. Dibuja desde niña, y estudió Bellas Artes en Barcelona, pero fue coincidiendo con su primera maternidad, en el año 2015, que dio a luz también a los dibujos que la identifican: cuerpecitos desnudos con los ojos cerrados. «Quiero mostrar la pureza, la esencia más humana, con ojos cerrados como referencia al mundo onírico», señala. Hace tres años que reside en Ciutadella. «Desde mi escritorio veo árboles y campo», explica. Allí diseña motivos que también estampa en telas y, en un taller de Gavà, se confeccionan con ellas ropa y alpargatas infantiles (www.mandarinacreations.com).

Los colores de Margarita Espinosa alegran paredes exteriores. Foto: Danae Albanell

También en Ciutadella vive y dibuja Margarita Espinosa. Nacida en Bogotá hace 45 años, estudió diseño gráfico y viajó a Barcelona para aprender ilustración. Y fue pisar la isla de Menorca un verano, y enamorarse del lugar. «La isla me ayudó a desprenderme de muchas cosas y estoy a gusto, siento que no necesito nada más», asegura. Entre mar, pájaros y árboles, busca «la feminidad y la paz en la naturaleza. En realidad, ilustras lo que llevas dentro». Aplica sus creaciones a diferentes objetos, y el mural de la sección infantil de la biblioteca de Maó es suyo (www.caperuzitazul.com).

Y de las imágenes, a las palabras. Judit Binefa, que nació en Lleida hace 45 años pero vive en Eivissa desde hace 20, se dedica profesionalmente a la comunicación. Pero hace cuatro años se autoregaló un libro de Lettering y empezó a practicar, primero con rotulador y luego con acuarelas. Ahora personaliza palabras, pensamientos y reflexiones cuya elaboración a ella la relajan, y a sus destinatarios alegran. Palabras e ilustraciones que decoran espacios físicos y, bajo la piel, emocionan.

Las palabras dibujan mensajes de compañía y calma en manos de Judit Binefa.