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La exploración del submarino nuclear ruso «Kursk», hundido en el mar de Bárents hace un año, reveló con su proa abierta como unas fauces que una tremenda explosión a bordo fue la causa del naufragio que causó la muerte a sus 118 tripulantes.

«No cabe ninguna duda: la causa del hundimiento fue la detonación de toda la dotación de torpedos», dijo en declaraciones al canal de televisión NTV Arkadi Yefánov, ex capitán del submarino «Smolensk», gemelo del que yace a 108 metros de profundidad en aguas de Bárents.