Los padres impidieron la entrada de los alumnos al centro.

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EFE - CEUTA La Asociación de Padres de Alumnos (APA) del colegio, en una reunión celebrada ayer tarde, ha optado por que sus hijos vuelvan a las clases pero impedir que los menores marroquíes puedan recibir enseñanza en las aulas de este colegio.

Los padres sostienen que no se trata de un problema de racismo ni de xenofobia, ya que el treinta por ciento de los alumnos de este colegio son de religión musulmana, aunque este grupo es muy conflictivo y esto puede repercutir negativamente en sus hijos.

La presidenta de la APA, Lourdes Mateo, explicó que «no se ha podido llegar a un entendimiento entre los padres porque había muchas discrepancias y la mayoría no estaba por la labor, de ahí que no me han dejado explicar apenas nada de las reuniones mantenidas con el MEC porque los ánimos estaban muy alterados».

La postura de los padres contrasta con la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) cuyo director, Pedro Gordillo, anunció que iban a continuar impartiendo las clases a los marroquíes en este centro.

Pedro Gordillo declaró que los marroquíes «no tienen la peste, son jóvenes normales que no son portadores de ninguna enfermedad, como demuestran sus cartillas sanitarias, y que tienen derecho a la escolarización como dictaminan las leyes nacionales e internacionales».

El responsable del MEC en Ceuta dijo no comprender la postura de los padres que ayer por la mañana impidieron que los 700 alumnos entraran en clase, mientras que el departamento ministerial optó por no llevar a los niños marroquíes por la tarde a clase debido a la situación que se había generado.

La decisión del MEC está en consonancia con las manifestaciones de la titular del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, que indicó que se cumplirá con la escolarización y que el colegio elegido era el más adecuado por sus condiciones.