La Torre Picada es una de las estructuras defensivas mejor conservadas. | R.P.F.

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La emblemática Torre Picada de Sóller, adquirida por el Consell en 2022 para convertirla en un espacio público, seguirá sin poderse visitar de momento, a pesar de haberse anunciado en diciembre pasado un convenio con el Ajuntament que contemplaba su apertura a los visitantes una vez al mes.

Sin embargo, este convenio no se ha llegado a formalizar ante las reticencias municipales, no solamente por tener que asumir la gestión y el mantenimiento ordinario de la estructura defensiva y de la finca, sino sobre todo por la preocupación por la seguridad para los visitantes.

El pasado mes de febrero los técnicos municipales ya realizaron un informe sobre las deficiencias que presenta la torre en su interior y que el Consell debería reparar antes de su apertura. En una visita a la torre realizada la pasada semana, el Ajuntament ha dado un paso más y no permitirá abrir la torre al público hasta que no se garantice la seguridad por parte del titular del inmueble, que es la institución insular.

Peligros

El concejal de Patrimonio, Juan Antonio Lorente, explicó que «de ninguna manera se puede permitir que en las condiciones actuales la torre se convierta en un espacio de ocio para las familias porque hay muchos peligros». Aparte de deficiencias que son relativamente fáciles de solucionar y que ya figuran en el informe, como el estado de la escalera interior, Lorente recuerda que «la parte superior de la torre no tiene ningún tipo de protección y no es un espacio adecuado para que suban niños, incluso si van acompañados porque existe un riesgo de caída». Por otra parte, recuerda que la finca está rodeada de acantilados peligrosos, también desprotegidos, y el propio patio de armas cuelga sobre el acantilado, existiendo también un pozo muy profundo. Según Lorente, «pensamos que la Torre Picada y los terrenos que la rodean, aunque sea un espacio    público, no debería convertirse en una zona recreativa, sino en un lugar para visitar de forma controlada y durante el tiempo limitado necesario para poder contemplar esta construcción y su entorno».

Una vez el Consell pueda garantizar la seguridad, el Ajuntament seguirá apostando por abrir la torre «solamente un día al mes durante dos horas», como ya propuso en su momento. También se abrirá para actos culturales que siempre se han hecho allí, ya sea con motivo del Firó o del encendido solidario de torres de defensa. Según Lorente, el acceso a la finca seguirá siendo libre, ya que hasta allí se acercan muchos senderistas y es un paseo tradicional para los sollerics.

El apunte

Una estructura defensiva en un emplazamiento espectacular

La Torre Picada es una de las estructuras defensivas de Mallorca mejor conservadas. Data del siglo XVI y está situada sobre un sector virgen de la costa de Tramuntana. Este gran atractivo y su cercanía supone que el nuevo espacio público corre el riesgo de masificarse y de convertirse en un lugar de ocio para el que no está preparado. Además, al ser un edificio catalogado, está legalmente protegido y no puede modificarse, por lo que resulta muy difícil implementar medidas de protección sin alterar su valor histórico-artístico. Igual pasa con el espacio que la rodea, una zona de máxima protección ambiental.