La zona de actuación. | F.C.

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No todo está perdido en el fondo marino de Portocolom. Investigadores de la Fundación Cleanwave han empezado a desarrollar un interesante proyecto de restauración de esta importante bahía, que cuenta con 75 hectáreas de área marina, siendo un enclave crucial para la conservación de la posidonia y otros hábitats prioritarios.

El Ajuntament de Felanitx y la Fundación Cleanwave han firmado un convenio de colaboración por tres años, periodo en el que se desarrollará la intervención, que cuenta con un presupuesto de 550.000 euros aportados por diferentes empresas de la Isla y entidades locales.

Para ejecutarlo eficazmente y que tenga continuidad más allá de los tres años previstos en el convenio, la colaboración de la ciudadanía y de las entidades relacionadas con las actividades náuticas en el puerto, es muy importante.

Convenio. Con el convenio firmado entre la alcaldesa de Felanitx, Catalina Soler, y la presidenta de la Fundación Cleanwave, el Ajuntament cede un espacio a la entidad en el Centre Cívic para desarrollar sus actividades.

José Escaño, biólogo oceanográfico de la fundación, explicó este martes las líneas de trabajo que se seguirán, que pasan por «mitigar los impactos que sufre la bahía; parar o revertir la degradación de los hábitats prioritarios como son las praderas vegetales marinas (hay posidonia además de otras algas y otras plantas marinas) y, cuando sea necesario, se reforestará haciendo trasplantes de plantas o se traerán algas que antes estaban y ahora no están por una serie de actuaciones pasadas», aseguró.

La primera zona de actuación es la situada justo enfrente de los dos arenales (s’Arenal Gran y s’Arenal Petit), donde se ha empezado con el estudio previo. Se aprovecha los meses de invierno en que no hay actividad náutica para realizar las inmersiones y evaluar lo que hay en el fondo marino, de lo que crece, de lo que se tiene que proteger y de lo que no. La zona ya está enmarcada dentro del campo de boyas que delimita que las barcas no se puedan acercar a la costa, de ahí que el tráfico marino no siga dañando la posidonia con las anclas que lanzan, como ocurre sobre otros bancos de algas no muy lejos dentro del mismo puerto. Llegado el momento, será en esta zona donde se sembrará la nueva posidonia. Además, en el caso de que haya alguna zona que esté en peligro de extinción se protegerá haciéndole un cercado en el fondo del mar delimitándola.

Campos de boya

Otras zonas donde también se establecerán medidas de protección o restauración es donde hay los campos de boyas, en sa Bassa Nova y delante del Club Náutico. «Son zonas de boyas que ya ofrecen soluciones a los navegantes para no tener que echar el ancla en la posidonia. Ya hay unas cicatrices y vamos a taparlas y a revertirlas», explicó Escaño.

La implicación de la ciudadanía es muy importante para que tome consciencia y participe del proyecto. De esta manera, dentro de tres años (en el 2026) cuando la Fundación Cleanwave se retire, cojan el relevo y continúen con el trabajo realizado y con las pautas que se habrán marcado. «Queremos abrir un foro participativo con la comunidad local, para saber cuáles son las prioridades y las posibles soluciones que aportan», añadió Escaño. La bahía de Portocolom está «en peligro de muerte’» como dibujó el artista Miquel Barceló hace años, pero con la implicación de todos, todavía hay esperanzas de salvarla.