Las parcelas del polígono abarcan desde el acceso a Inca por la autopista hasta los campos del Sallista. | Juanjo Roig

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La Comissió balear de Medi Ambient no evaluará el impacto ambiental del proyecto del tercer polígono de Inca al no prever efectos significativos sobre el medio ambiente si se cumplen una serie de medidas correctoras.

En cambio, supedita la aprobación del proyecto a la entrada en funcionamiento de la ampliación de la depuradora de Inca y a la presentación ante Recursos Hídrics de la documentación que certifique la disponibilidad del suministro de agua.

Desde el Ajuntament se muestran tranquilos con el cumplimiento de estas dos condiciones. El alcalde Virgilio Moreno indica que «la Junta de Compensación ya ha entregado al Consistorio el proyecto de urbanización y parcelación del Sector 1, donde se ubicará el futuro polígono tecnológico y de servicios».

En cuanto a las obras en la depuradora, «nosotros ya adquirimos dos solares anexos a la actual EDAR y en la anterior legislatura Abaqua aprobó un proyecto de 14 millones para ampliarla. La empresa constructora ya ha comenzado las catas, por lo que prevemos que las obras arrancarán en breve. Además, tenemos acordada una reunión con Abaqua para que nos informen del seguimiento de los trabajos», relata Moreno. En cuanto al suministro de agua, «los cálculos ya están realizados. En la anterior legislatura instalamos una nueva canalización en Son Fiol que conecta con la red potable de Inca».

En este sentido, el alcalde asegura que «el tercer polígono avanza en los tiempos adecuados y esperamos que en dos años puedan empezar las obras. Ajuntament y Junta de Compensación vamos de la mano».

El tercer polígono de Inca ocupará una zona de usos tecnológicos y de servicios de 278.613 metros cuadrados, en una superficie total de 368.020 metros cuadrados, ubicada entre la entrada de la autopista de y el campo del Sallista.