Las obras del nuevo punto verde de Santa Eugènia comenzaron en diciembre. | R.P.F.

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El nuevo punto verde se estrenará en verano tras seis años de demanda y gestiones. Los vecinos de Santa Eugènia estrenarán el ansiado punto verde a principios de verano, finalizando así seis largos años de tramitación de este proyecto que es, además, una demanda histórica de los residentes. Las obras están en marcha desde diciembre y se prevé que esté operativo dentro de cinco meses.

El punto verde será un recinto de gran capacidad que vendrá a completar las dos pequeñas áreas de aportación de residuos actuales. Está ubicado en el recinto del almacén municipal y zona de transferencia de residuos, y contará con los permisos y homologaciones de los organismos correspondientes. Ocupará una superficie de 923 metros cuadrados, contará con una oficina de recepción, un almacén de 20 m2 para residuos peligrosos o especiales, una zona cubierta y un área de contenedores. Además, todo el recinto será accesible para personas con movilidad reducida.

El proyecto ha recorrido un largo camino burocrático, desde hace seis años, hasta poderse realizar en este solar de propiedad municipal. Previamente, el Ajuntament de Santa Eugènia tuvo que modificar las normas subsidiarias para recalificar esta parcela, pese que ya tenía allí el almacén de la brigada, porque no contemplaba el uso para equipamientos.

El alcalde de Santa Eugènia, Pep Lluís Urraca, explica que «ha sido un largo camino, pues comenzó hace seis años; primero se intentó hacer el proyecto, pero el suelo no era para equipamientos, con lo cual hubo que hacer una modificación urbanística, con el tiempo y trabajo que esto conlleva». Luego el Ajuntament obtuvo una subvención del Pla d’Obres i Serveis (POS) del Consell pero debido a la pandemia y el posterior encarecimiento de los materiales de construcción, la licitación quedó desierta. Luego el proyecto fue incluido en el siguiente POS y licitado por segunda vez con un presupuesto actualizado. Finalmente, las obras comenzaron en diciembre de 2023 y se prevé que estén finalizadas en cinco meses. El coste total es de 245.398 euros, que serán financiados por el Consell.

«Después de muchos años daremos respuesta a una gran demanda con un punto verde homologado, ya que las pequeñas áreas de aportación que tenemos actualmente están destinadas a los vecinos de la zona rústica», señala Urraca.