Imagen del asfaltado del tramo próximo a la rotonda de la carretera de Sóller. | F.F.

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La imagen de la carretera que une s'Esgleieta y Palmanyola (Ma-1140) es diferente desde hace días, cuando comenzaron los esperados trabajos de asfaltado de una vía que soporta una elevada densidad media diaria de vehículos, calculada en más de 6.000, y cuyo estado se había deteriorado en exceso a lo largo de los últimos años.

Después de presentarse por parte del Consell de Mallorca, en el año 2022, el proyecto de reforma de la vía, algunos de los tramos ya muestran el nuevo piso, dejando atrás los baches y las cunetas destrozadas que hacían más peligroso el transitar por una carretera que es puerta de acceso para numerosos estudiantes y personal de la Universitat de les Illes Balears (UIB) de las zonas del Pla o es Raiguer y municipios próximos como Marratxí, Santa María o Bunyola.

Tramo proximo a s'Esgleieta en el que se inicia el asfaltado de la carretera. Foto: F.F.
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El proyecto de reforma de la vía, presupuestado en 6 millones de euros, comprendía una rotonda de acceso a Palmanyola y Sa Font Seca, además de un vial cívico, aunque por el momento únicamente se ha ejecutado el asfaltado y señalización viaria de buena parte de los tramos de la carretera, que además de soportar ese elevado porcentaje de tráfico motorizado, es frecuentada por ciclistas, especialmente los fines de semana y en épocas como la primavera.

Uno de los tramos asfaltados de la vía. Foto: F.F.

Pese a que el arcen sigue sin poder trazarse a lo largo del grueso de los 3'3 kilómetros de la carretera entre s'Esgleieta y Palmanyola, el asfaltado permitirá elevar la seguridad de una arteria clave en las comunicaciones entre comarcas de la Isla. Los tramos con origen en Palmanyola y s'Esgleieta, además de uno central, han sido los ejecutados hasta el momento.