Los vecinos que residen en fincas contiguas a los terrenos donde se pretende instalar el parque fotovoltaico de 20 hectáreas están muy preocupados. | Juanjo Roig

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La conocida possessió de Talapi en sa Pobla es el enclave elegido para instalar un parque fotovoltaico que tendría una extensión de 20 hectáreas y contaría con 33.100 placas solares de unos tres metros de altura. El proyecto aún no ha sido publicado en el BOIB, pero ya ha provocado una profunda preocupación y malestar entre los nueve vecinos de las fincas colindantes quienes temen que «el paisaje rural que hemos visto toda la vida en nuestras casas sea sustituido por miles de placas solares a escasos metros de donde vivimos», relata Antònia Mayol, una de las vecinas afectadas.

Como se recordará, en sa Pobla está en proyecto un primer parque fotovoltaico situado junto al polideportivo que también ha contado con la oposición de los residentes de las viviendas cercanas. Se da la circunstancia que el propietario de ambos terrenos es el mismo, así como también la empresa que los pretende desarrollar, Recap Energy, que lleva a cabo proyectos en España y en el ámbito internacional . El primer parque consta de unas cuatro hectáreas, mientras que el de Talapi consumiría más de veinte hectáreas, lo que quintuplicaría la extensión del primero.

Bajo el nombre de ‘Junípero Serra’ el parque fotovoltaico de Talapi está a la espera de su publicación en el BOIB y que entre en el periodo de información pública. Mientras, desde el Ajuntament de sa Pobla han solicitado una reunión con el Govern para conocer cuál es la situación actual de esta iniciativa y las posibles alegaciones que podría realizar el ayuntamiento ante las intenciones de instalar este gran parque solar en un lugar tan especial como Talapi. También se interesarán por la situación de la futura instalación fotovoltaica anexa al polideportivo.

Mientras tanto, hasta nueve propietarios de las fincas colindantes a Talapi solicitan el apoyo de las instituciones, como Territori del Consell o Agricultura del Govern, que podrían poner algunos impedimentos ante el interés general que suelen obtener estos parques solares y lograr así que la instalación fotovoltaica no sea una realidad a las puertas de sus casas.

Se dan casos paradójicos como los de la vasca Leire Pagalday, que adquirió junto a su marido unos terrenos anexos a Talapi para instalarse en Mallorca. «Encontramos una finca asequible y, tras dos años para obtener los permisos, la semana pasada nos comunican los planes que existen con el parque solar. Lo curioso es que para reformar nuestra casa nos exigen, lógicamente, respetar la arquitectura tradicional e instalar ventanas verticales y de madera o poner tejas árabes, entre otras medidas. Eso sí, las placas solares no nos las dejan poner en el tejado y tienen que ir en el suelo, cuando a la vista tendremos miles de ellas».

La possessió de Talapi es de la época islámica y tiene una extensión de 52 hectáreas. La instalación de las placas solares está prevista en aquellas parcelas sin rendimiento agrícola.