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Ir a pie a la escuela es casi una utopía hoy en día por el uso masivo de los coches, aunque no hace tanto era lo habitual en los pueblos de Mallorca. Pero no tiene que ser así irremediablemente. Si primero fue lograr que en Lloseta, ningún niño o niña no aprendiera a nadar, ahora la comunidad educativa impulsa un nuevo proyecto para que los menores recuperen su espacio en las calles.

Con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia, alumnos, familias, AMIPA del CEIP Es Puig y Ajuntament de Lloseta han puesto en marcha el proyecto «Camina la teva escola», con la creación de tres rutas seguras para que los alumnos se unan por barrios y puedan caminar a pie por ellas. El objetivo es triple: fomentar su autonomía, reducir el tráfico interno y embellecer las calles del pueblo.

La batucada Sandungueros marcó el ritmo en el estreno simbólico de las rutas, pero cuando no suenen los tambores, unos enormes lápices de colores sujetos a cada farola y otros elementos decorativos que han confeccionado las propias familias, permitirán identificar estas calles seguras para los menores.

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Cambio de hábitos

Quien sea padre o madre sabrá el caos circulatorio que se repite en las puertas de los colegios en las horas de entrada y salida. El presidente de la AMIPA del CEIP Es Puig, Sebastià Perelló, señala que este proyecto lleva tiempo cuajándose. De hecho, hace unos años ya se señalizaron una rutas con figuras de ganchillo confeccionadas de manera artesanal por vecinas de Lloseta con las que se adornaron todas las señales de tráfico del camino escolar.

El objetivo es que «muchas familias que ahora van a la escuela en coche opten por ir a pie porque es un pueblo pequeño, cualquier alumno vive a 20 minutos a pie como máximo; y más en pleno siglo XXI, cuando hablamos de cambio climático y de hábitos de vida saludables».

La concejal de Educació, Sílvia Muñoz, agradeció la colaboración de las familias «que se han volcado en confeccionar y colgar las decoraciones de las rutas». Además, algunas calles se cerrarán al tráfico media hora en torno a las 9 y a las 14 horas, coincidiendo con los horarios de entrada y salida de los alumnos. Y por el camino, los peatones se encontrarán dos casitas de madera para fomentar el intercambio de libros de lectura.