La residencia Reina Sofía está ubicada en un edificio propiedad del Ajuntament de Muro, que también gestiona el funcionamiento interno del centro. | R.P.F.

TW
0

La residencia Reina Sofía de Muro genera un déficit anual de 800.000 euros, una situación que se viene arrastrando desde hace años y que supone uno de los principales gastos para el presupuesto municipal. El Ajuntament de Muro, propietario del edificio, ha pedido al Consell de Mallorca que se haga cargo de la gestión del centro a través del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS).

La mayoría de las residencias municipales han sido transferidas al IMAS para que sea el organismo insular quien acometa las cuantiosas inversiones que los edificios antiguos necesitan para ofrecer un asistencia adecuada. Fue el caso de la residencia Miquel Mir de Inca, cedida al Consell en 2018. El edificio de Muro, en cambio, está en buen estado de mantenimiento y no necesita obras.

Noticias relacionadas

«El problema es más de personal, es muy difícil encontrar enfermeros o enfermeras cualificados, pues la mayoría prefiere trabajar en un hospital», explica la concejal de Afers Socials de Muro, Bàrbara Amorós, quien recuerda que este servicio estça reconocido como competencia impropia de los Ayuntamientos por la ley 3/2017 de 7 de julio.

Residencia Reina Sofía de Muro

Residencia y centro de día

Además de la residencia, Muro pide al IMAS que se haga cargo también del centro de día inaugurado en noviembre de 2022 con un total de 15 plazas, de las cuales solo 8 están ocupadas. La residencia Reina Sofía de Muro se puso en marcha en 1991, en las Cases de Son Font. De sus 49 plazas, 26 son para personas dependientes, 20 de las cuales están conveniadas con la red pública de Atención a la Dependencia. Las 23 plazas destinadas para personas autónomas no se suelen llenar por falta de demanda.

El alcalde de Muro, Miquel Porquer, señala que «garantizaremos un número de plazas para personas de Muro, pero se trata de una competencia impropia que nos genera un déficit anual de 800.00 euros que no podemos destinar a otras necesidades del municipio». El Ajuntament cumple así a una moción aprobada en febrero por unanimidad a propuesta de Més per Muro. Los argumentos son la dificultad para gestionar el personal y las necesidades del centro de mayores.

El portavoz de Més, Miquel Àngel Tortell, explicó entonces que «el presupuesto de la residencia para 2023 es de 1.515.859 euros con solo 600.000 euros de ingresos; según los datos de Intervención, el Ajuntament acarrea unas pérdidas fijas de unos 600.000 euros anuales de media». A ello se añaden los sobrecostes que se reflejan de manera reiterada en facturas extrajudiciales. En 2022 se abonaron más de 300.000 euros a una sola empresa por gastos extra en las suplencias de personal para la residencia.