Pedro y Margarita, propietarios del establecimiento. | R.P.F.

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Una parte de la historia de sa Colònia de Sant Pere subió este pasado lunes la persiana por última vez. La panadería de Pedro Garau, «el forn de sa Colònia», ofreció su último servicio tras 60 años. Un día que no pasó desapercibido para los coloniers que quisieron agradecer tantos años de dedicación y trabajo con un sentidohomenaje a Pedro Garau y Margalida Capó, actuales propietarios del negocio.

Amigos y clientes fieles de toda la vida no dudaron en acercarse al son de la música dels xeremiers a la puerta del emblemático establecimiento para, entre aplausos, entregar un ramo al matrimonio que lleva tantos años sirviendo al pueblo. Las lágrimas de emoción no faltaron en una despedida con sabor agridulce, y es que como explicó Margalida «el cierre es muy duro».

El negocio nació en 1963 de la mano de los padres de Pedro Garau. Él ha vivido allí desde los dos años por lo que «no es solo su trabajo, sino su vida», comenta Margalida, su esposa. Hace 35 años ellos cogieron las riendas del negocio y hoy las nuevas generaciones no quieren seguir sus pasos «ni nosotros lo queremos ya que es un trabajo muy sacrificado».

Y es que este negocio abría todos los días del año, aunque, sin duda «ha valido la pena por el todo el amor que hemos recibido». Después de tantos años, la salud obliga a dar este paso, pero lo cierto es que tanto Pedro Garau como Margalida Capó y el propio «forn de sa Colonia» ya son parte de la historia del pueblo.