Las tres Vermadores y los dos Vermadors ofrecen el ‘most novell’ a Nostra Senyora de Robines. | Miquel Àngel Cañellas

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Tras un mes de celebraciones, la LVII Festa des Vermar de Binissalem finalizó este domingo con los actos más protocolarios. Pasadas las once de la mañana, el obispo Sebastià Taltavull ofició la misa solemne a la que asistieron las Vermadores y Vermadors como protagonistas de la mañana. Entre las autoridades figuró el presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, así como el presidente del Consell, Llorenç Galmés, y el conseller de Turisme, Jaume Bauzà. También estuvo presente el Comandante General de Baleares, Fernando Luis Gracia, y el alcalde de BInissalem, Víctor Martí.

En su intervención el obispo Taltavull hizo referencia al enorme significado que tiene el vino «en la Palabra de Dios» y llevó su discurso hacia la necesidad de acoger a migrantes y refugiados indicando que «todo el mundo tiene derecho a llevar una vida digna», a la vez que recordaba «las personas que han muerto en el Mare Nostrum e incluso en el desierto. Si vienen, los tenemos que acoger», concluyó. La ceremonia continuó con el tradicional Ball de l’Oferta del Tall de Vermadors, mientras que una de las Vermadores tuvo que ausentarse unos instantes por sentirse indispuesta.

Balance

Una vez finalizada la misa, la actividad se trasladó al exterior de la iglesia. El periodista binissalemer de IB3, Nofre Pasqual, fue el encargado de presentar el acto. Mientras la cantante Maria Cànoves interpretaba Binissalem, pedra viva, los dos Vermadors cambiaban de vestido para pisar el mosto. El numeroso público de la plaza de la Església pudo ver en vivo cómo se obtenía el mosto pisando las uvas y posteriormente los cinco Vermadors lo ofrecieron a Nostra Senyora de Robines.

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Como manda la tradición, el Tall de Vermadors ofreció el Ball de l’Oferta en la iglesia. Foto: Miquel Àngel Cañellas

El presentador también ofreció el balance de la vendimia de este año por parte del Consell Regulador de la DO Binissalem. Con un 90 % de la vendimia realizada se han recogido ya 1.200.000 kilos de uva, en una temporada en que la falta de lluvias ha provocado que se autorizara el riego. El 70 % de la uva vendimiada es negra, mientras que el 30 por ciento restante ha sido blanca. Según las expectativas de la DO Binissalem y por las primeras catas realizadas, la calidad del vino de este año será «excelente».