El equipo de gobierno aprobará la modificación del reglamento en el pleno del jueves. | ARCHIVO

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El equipo de gobierno de Calvià, formado por PP y Vox, aprobará el próximo jueves una revisión del Reglament Municipal de Normalització Lingüística redactado en 1988 que «garantizará la libertad de los ciudadanos en el uso de las lenguas oficiales cuando se comunican con el Ayuntamiento y en su derecho a recibir cualquier tipo de información en cualquiera de las lenguas oficiales cuando así lo soliciten», según el informe que respalda la decisión de modificar este documento.

Los técnicos han valorado que «después de más de 25 años, los cambios sociolingüísticos y demográficos experimentados en Calvià, con la enseñanza en las lenguas oficiales desde las primeras etapas educativas, con un tercio de población de origen extranjero y el progreso tecnológico, hacen necesaria la revisión de toda la normativa referente a la utilización de las lenguas oficiales de las Islas Baleares en el Ayuntamiento de Calvià».

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Una vez aprobado el nuevo reglamento, en la organización municipal se podrán utilizar el castellano y el catalán en toda aquella documentación relacionado con el pleno, juntas de gobierno y comisiones, además de en todas las actuaciones de la Alcaldía y las regidurías.

Las dependencias y servicios municipales tendrán como nombre oficial ambas lenguas, mientas todos los topónimos del término municipal mantendrán el catalán como única forma. Está prevista la creación de una Comisión de Seguimiento «para garantizar el cumplimiento» de estas medidas.

Més per Calvià denuncia que «el gobierno de PP y Vox rompe el consenso social por la lengua catalana con una propuesta que incumple la Llei de Normalització Lingüística. Es una modificación que esconde una derogación», según manifiesta el portavoz de la formación, Rafel Sedano.

Para Més, «el reglamento es un ataque contra el valor de la lengua catalana como patrimonio cultural del Calvià y como instrumento de cohesión social» y subrayan que «es una entrega del PP a las tesis ultras de sus socios, una coalición que no ha publicado aún su programa de gobierno y en tres meses solo ha tenido tiempo de subirse el sueldo y ahora para jugar con la catalanofobia». Més per Calvià «emprenderá todas las acciones políticas, sociales y judiciales necesarias para defender la lengua catalana y, por tanto, los derechos de los calvianers».