La barrera de sa Cala que se instaló el año pasado. | M.B.

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El Ajuntament de Deià instaló hace un año una barrera en la entrada de Sa Cala para limitar el acceso de los coches que generaban colapsos diarios, aunque no ha llegado a funcionar bien nunca. Además de cerrar el acceso una vez el parking estaba lleno, la infraestructura tenía un lector de matrículas que identificaba a los coches de los vecinos para que pudieran acceder a sus casa. Este lector no ha funcionado en todo el verano, lo que supuesto que la barrera no se haya podido cerrar para no bloquear el acceso de los vecinos y, por lo tanto, se han continuado creando atascos.

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«Aunque hay un cartel que advierte cuando está completo, la gente sigue bajando» explica un deianenc, que denuncia que «cuando el parking está lleno, los conductores bajan hasta abajo donde hay una pequeña rotonda y vuelven a subir generando grandes atascos ya que la calle es muy estrecha». Además, explica que «los turistas se paran en medio del camino para esperar que se vacíe un parking generando mucho caos cada día». De aquí que el alcalde, Lluís Apesteguia, tomara la decisión de instalar la barrera el año pasado cuando se producían atascos y colapsos cada día.

Este año, al darse cuenta que la barrera no funcionaba correctamente, Apesteguia decidió que «la Policía controlara el acceso durante las horas punta». Eso, según ha explicado «ha funcionado la mayoría de los días, aunque ha supuesto que muchos coches aparquen en doble fila arriba de Sa Cala», otro de los ‘caballos de batalla’ del municipio, provocados por la saturación turística.