Los payeses Pep Ferriol y Miquel ‘de sa Creu’ (Cloquell) ya han cogido sus calabazas gigantes. | Ayto. Muro

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Los payeses de Muro ya han empezado a recoger las calabazas gigantes para el concurso de la Fira de la Carabassa, que se celebrará el próximo mes de noviembre y advierten que no sería mala idea pesarlas ahora para evitar que se pudran. Así lo explicó ayer Miquel Cloquell, el payés ‘murer’ que ha ganado el concurso durante diez años. Aunque en esta edición Cloquell ha decidido no presentarse para «dejar ganar a otros», el experto en calabazas considera que pesar las calabazas ahora «sería conveniente para evitar que se perdieran». No obstante, el payés reconoce que si se hace así, «se pierde parte de la magia de la Fira», cuando se pesan estas hortalizas en directo delante de los concursantes, pero también de los visitantes.

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Y es que cabe recordar que el año pasado las condiciones meteorológicas obligaron al Ajuntament a tomar la decisión de adelantar el peso de las calabazas, ya que habían madurado muy pronto y las previsiones de calor y humedad para las semanas después de recogerlas hacían peligrar su buen estado. La situación este año no es la misma, según explica Cloquell, ya que no hizo calor tan pronto y el peligro no es el mismo. Por ello el alcalde del municipio, Miquel Porquer (PI), no ha tomado todavía ninguna decisión. Aún así, Porquer no descarta tener que adelantar el peso este año también, aunque eso «dependerá de la meteorología de las próximas semanas», apuntó ayer.

El pasado sábado el regidor de Fires i Festes, Rafel Gelabert, visitó las primeras calabazas de Cloquell que, aunque no concursarán, sí que estarán expuestas en la feria. La cosecha ha ido bien, según confirmó el payés y este año tiene ejemplares de entre 200 y 400 quilos. Cabe recordar que ha habido años en los que han llegado a pesar 500 quilos, aunque la pasada edición no superaron los 180 quilos. De hecho, la ganadora fue de 178,60 quilo, producida por el payés Pep Ferriol.