La vieja central eléctrica fue diseñada por Vázquez Molezún. | Elena Ballestero

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La antigua central eléctrica de Alcanada en Alcúdia, que compró el Consell de Mallorca el pasado invierno por 300.000 euros para evitar que pasara a manos de un fondo inversor extranjero, aún está pendiente de descontaminación. «El anterior equipo de gobierno del Consell tenía previsto empezar a principios de año los trabajos para descontaminar la antigua factoría, pero lo que nos hemos encontrado el nuevo equipo de gobierno es que aún no se ha redactado el proyecto. Parece que no se ha podido llevar a cabo su redacción por falta de personal técnico en la institución insular», informa Presidència.

Fuentes del departamento consideran «prioritaria» la descontaminación para poder desarrollar el proyecto de reactivación económica Alcúdia Tech Mar subvencionado con fondos europeos. Este proyecto, impulsado por el Ajuntament d’Alcúdia (por unanimidad de todos los grupos) con el respaldo del Govern y del Consell de Mallorca, quiere convertir la vieja central en un símbolo de reindustrialización alrededor del que se impulsará la economía azul y el desarrollo de proyectos de transición energética, en especial los relacionados con la descarbonización del mar.

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Cabe recordar que el Consell de Mallorca ejerció en junio de 2022 el derecho de tanteo para hacerse con la factoría después de iniciar los trámites para su protección como Bien de Interés Cultural. Frustró así la operación por la que un fondo inversor compraba los terrenos a Endesa por solo 300.000 euros (teniendo en cuenta la carga económica de la descontaminación). Se comprometía a descontaminarlos a cambio de construir en ellos cinco bloques de pisos.

Descontaminar la central de Alcanada costará según el Consell 5 millones de euros. Son casi 20 millones menos de lo que el fondo inversor Gingko dijo que costaría cuando le compró la central a la eléctrica por 300.000 euros hace ahora un año. El Consell de Mallorca, que desde el primer momento desconfió de la tasación privada, encargó un informe propio de valoración técnica y económica del bien catalogado. Este informe rebajaba notablemente el precio de la descontaminación pero dibujaba tres posibles escenarios en función principalmente de la cantidad de amianto que se encuentre durante el proceso.

En el caso económico más favorable, ejecutando demoliciones parciales, la descontaminación costaría alrededor de 4,4 millones de euros. La cifra subiría a 5.048.590 euros en el escenario más desfavorable. La cifra real no se conocerá con certeza hasta que los trabajos estén en marcha.