Suelta de patos en Can Picafort este martes. | P. Pellicer

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Miles de personas han tomado este martes las rocas y el mar en Can Picafort para participar en la tradicional suelta de patos, uno de los actos centrales de las Festes de la Mare de Déu d’Agost. Ayudados con toda suerte de flotadores, churros de natación, tablas de paddle surf - pese a prohibirlo el programa de fiestas - o simplemente a nado, niños y niñas, pero también muchos adultos, se han lanzado al agua para tratar de cazar algunos de los 1.900 patitos de goma que se iban lanzando desde seis embarcaciones distintas.

La participación en este acto tan arraigado en Can Picafort ha sido masiva, con tanta gente dentro del agua como fuera, observando desde las rocas en un amplio perímetro. Lejos quedan el recuerdo de cuando la amollada d’anneres se realizaba con patos vivos, una tradición fulminada en 2006 en cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal, al igual que nadie parecía recordar que la fiesta transcurría sobre lo que fue, hasta la primavera pasada, un lugar mítico en la vida social de Can Picafort: la piscina y el chiringuito del Mar y Paz. En la explanada cubierta de arena que ocupa ahora su lugar, sobre la que está proyectado construir una nueva plaza, se ha realizado un generoso sorteo de regalos con los números que llevan inscritos los patitos premiados. Hasta 182 regalos se han repartido, donaciones o descuentos ofrecidos por los comercios y empresas de Can Picafort.

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Participantes en la suelta de patos este martes. Foto: P. Pellicer.

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Jaume Picó (PP), quien se ha estrenado como concejal de Fiestas, se ha mostrado muy satisfecho con la popularidad que registra este acto, sencillo pero que congrega a miles de personas del núcleo margalidà y también de municipios vecinos y veraneantes. «La fiesta va a más, incluso hemos lanzado 900 patos más que el año pasado y se ha hecho desde seis barcas», ha apuntado mientras los participantes se han ido acercando al escenario con todos los patos que han logrado atrapar. Este año, además del modelo tradicional, también ha habido patitos distintos para los coleccionistas, como el que lleva una careta y tubo de snorkel. La suelta de patos en Can Picafort es una tradición festiva con unos 85 años de antigüedad. Hasta 2006, se soltaban patos vivos que, una vez capturados, se soltaban en el Torrent de Son Bauló, donde habitan aves de esta especie.