Los sencellers han vivido su fiesta. | Emilio Queirolo

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Las calles de Sencelles han vuelto a convertirse en el escenario de una de las batallas más divertidas del verano. Con la paja y el agua como munición, el pueblo ha salido a la calle para vivir con intensidad una de sus fiestas más esperadas, el Embala’t.

La fiesta ha empezado el mediodía. Tras la tradicional capta del ayer, hoy ya estaba todo preparado para que los pregoneros de este año, Núria Sans y Pep Toni Llabrés dieran inicio a uno de los días grandes del pueblo. La plaza llena de gente, música y ambiente para ver a los protagonistas de la mañana, los garbejadors, a los cuáles este año se han añadido 4 nuevos jóvenes con el objetivo de «hacer partícipes a los más pequeños de esta tradición», cuentan desde la Comissió Embala’t, quiénes son los artífices y organizadores de esta fiesta.

Entre bailes, cantos, los clásicos juegos y mobylettes ha llegado la hora de comer. Los fideus roters han ayudado a coger fuerzas para el momento más esperado que ha llegado pasadas las 18 horas. Después de recoger la plaza y dejarla a punto, los sencellers han puesto rumbo a la finca del Pou Major para recoger las 'estrellas' de la tarde, dos grandes balas de paja, una para los hombres y otra para las mujeres. Entre bromas, piruetas de los más osados y animadas por todo el pueblo llegaban 'rodando' a la plaza Nova donde entonces sí, ha estallado la gran fiesta. Se desató la locura y más de 5.000 personas han empezado a lanzarse briznas, que mezcladas con agua se han convertido en una combinación explosiva que ha garantizado la diversión de todos los presentes. La balas de paja han durado enteras lo que un abrir y cerrar de ojos, pues la batalla necesitaba de provisión.

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Este año el color celeste ha sido el escogido para las camisetas del evento, de las cuales se han vendido 1.200 unidades. El Embala’t simboliza celebración. Es una fiesta que quiere representar la alegría que se vivía antaño tras una buena cosecha. Sencelles era pueblo agrícola que vivía de lo que la tierra le ofrecía, y un buen año, merecía una buena conmemoración.

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El Embala’t 2023 ha vuelto a sacar carácter propio y, pese a que muchas personas de otros municipios han querido acercarse y participar de la batalla, ha conseguido mantener su esencia. Una fiesta que empezó con apenas 200 personas se ha convertido a día de hoy en una fecha señalada en el calendario de fiestas del verano del Pla de Mallorca.