Los jóvenes del club d'esplai Fent camí Jovent Es Vivero realizaron una gran labor social en Lluc.

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Muchos no conocían la gran riqueza botánica de Mallorca - con más de 10.000 plantas autóctonas - y algunos solo sabían de Lluc que es un lugar donde se suele ir de acampada. Pero una semana de convivencia en plena naturaleza les ha dejado una huella imborrable. Y ellos también han dejado la suya.

Un grupo de 19 jóvenes, chicos y chicas de 16 años y sus cinco monitores, que forman parte del Club d’Esplai Fent Camí Jovent del Vivero, han pasado una semana en el Santuario de Lluc realizando un campo de trabajo durante el cual han trabajado duro para recuperar el Jardín Botánico y los alrededores, que quedaron muy dañados tras el paso de la borrasca Juliette, en febrero.

Campo de trabajo del club d'esplai Fent camí Jovent Es Vivero en Lluc

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Como explica Milan Alcántara, coordinador del Jardí Botànic Germà Macià de Lluc, los jóvenes han limpiado de raíces y hojas las canalizaciones que traen el agua desde la Vall de Josefat hasta los lagos del jardín botánico. También han despejado estanques y balsas, han retirado ramas de encinas devastadas por aquella tormenta de nieve, han realizado labores de control de especies endémicas y han plantado murta, lavanda, bítec, olmos, romero y aloc. «Ha sido una gran experiencia, han aprendido que hay más de mil especies de plantas autóctonas en Mallorca y que se pueden concentrar en apenas unos metros cuadrados, pero sobre todo han aprendido valores como el trabajo en equipo», explica Elisa Ferrer, una de sus monitoras.

Además del trabajo de campo, los jóvenes, que se han alojado en el Casal de les Monges, han podido disfrutar de ratos de ocio en la piscina de Lluc y han realizado trabajos de grupo sobre valores. Los gestores del Santuario de Lluc también han quedado muy agradecidos con el resultado de esta experiencia y están abiertos a repetirla con otros grupos que lo deseen.