La circulación de vehículos en la península de Formentor está restringida entre las 10 y las 22.30 horas

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La carretera de Formentor dice adiós a los atascos. Cinco años después de iniciar el plan piloto que limita la circulación de vehículos privados a motor durante la temporada alta, por primera vez la Ma-2210 ha dejado de ser una ratonera. La clave para acabar con los atascos es la instalación de una barrera en el acceso al primer tramo restringido (entre el Port de Pollença y la playa). El Ajuntament llevaba años reclamando sin éxito la instalación de esta infraestructura que finalmente ha colocado la DGT con cierto retraso sobre los plazos inicialmente previstos.

Los taxistas y chóferes que cada verano advertían del riesgo para la seguridad por los atascos permanentes en la estrecha y serpenteante carretera de Formentor hablan este año de la «recuperación de la normalidad». Las cifras oficiales avalan su opinión. Los turistas eligen mayoritariamente el autobús para visitar este enclave privilegiado. A falta de conocer el conteo de vehículos de las cámaras de la DGT y el número de expedientes sancionadores abiertos, los datos de viajeros del TIB son espectaculares.

Más de 119.000 personas han visitado Formentor este verano utilizando los buses lanzadera del TIB. La demanda se ha disparado respecto a las temporadas anteriores coincidiendo con la ampliación de la medida que limita la circulación de vehículos privados a motor en la carretera sin salida de la Serra entre las 10 y las 22.30 horas desde principios de junio hasta finales de septiembre. No se puede obviar que esta es además la primera temporada en la que el autobús es gratuito para los titulares de la tarjeta del TIB. Las cifras hablan por si solas. Se ha pasado de 16.484 usuarios del bus en junio de 2022 a 69.823 usuarios en junio de este año. En todo el mes de julio del 2022 la lanzadera transportó a 72.736 pasajeros en el tramo y en lo que llevamos de mes ya ha transportado a más de 50.000. Las restricciones de circulación (entre las 10 y las 22.30 horas) se mantendrán hasta el 30 de septiembre.

La barrera del Port de Pollença impide el acceso de vehículos no autorizados una vez se completa el aforo del aparcamiento de la playa. En el segundo tramo de la medida (entre la playa y el faro) una segunda barrera con un informador impiden todo acceso no autorizado de vehículos. Solo pueden circular los autobuses del TIB y los vehículos autorizables (residentes y trabajadores del tramo, personas con movilidad reducida previa autorización, y vehículos de emergencias básicamente). La medida se ha alargado este año más de un mes respecto a la temporada anterior.

El plan piloto

Las restricciones estivales de acceso a los vehículos privados a motor por la carretera de Formentor se iniciaron por primera vez como un plan piloto hace dos legislaturas cuando se aplicaron en el tramo comprendido entre la playa de Formentor y el faro de 10 a 19 horas. El efecto rebote de esta medida fue el atasco permanente entre el puerto y la playa. Eso llevó a las autoridades a extender en 2021 por primera vez las limitaciones de circulación a toda la carretera de Formentor (desde el Port de Pollença hasta el faro) con dos sistemas diferentes de regulación y autorizaciones. Los atascos se trasladaron al atardecer.

En el verano de 2022 por primera vez las restricciones (en toda la península de Formentor) se alargaron hasta las 22.30 horas y se amplió notablemente el servicio de bus lanzadera pero los visitantes seguían utilizando el coche. Los atascos eran una constante en el horario restringido y se impuso la moda de ir a ver el amanecer. En ese momento se abrió un debate en profundidad que barajó incluso la posible supresión de las limitaciones para 2023. El acuerdo definitivo entre administraciones se cerró en el mes de diciembre de 2022 para su publicación en el BOE a principios de año lo que da cobertura legal a la medida.

En el verano de 2022 más de 100.000 vehículos circularon entre el kilómetro 2 y el 8,7 (desde el Puerto de Pollença hasta el aparcamiento de la playa) según el recuento de las cámaras de la DGT. La mayoría lo hicieron dentro del horario restringido. En el segundo tramo de restricciones (entre la playa y el faro) donde sí había una barrera y vigilancias, sí se registró una caída drástica en el número de vehículos privados a motor. Circularon en este tramo 9.200 vehículos de los que más de 3.400 lo hicieron durante las horas de la medida (de 10 a 22.30 horas) y unos 5.568 entre las 00.00 y las 9.59 horas.