El Pla no recibe agua desalada porque no está en el Eje Transversal de Mallorca.

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El Plan Hidrológico de Baleares no contempla llevar agua potable al Pla de Mallorca pese a que Ariany, Costitx, Santanyí y Sineu no suministran agua apta para consumo humano a ninguno de sus núcleos de población, según las últimas analíticas recogidas por Ministerio de Sanidad. Sí que contempla en cambio la construcción de toda una nueva red de distribución que permitirá conectar Manacor, Porreres, Felanitx, Son Servera, Ses Salines y Santanyí con el eje transversal de aguas de Mallorca que desde finales de los noventa se ha ido tejiendo a lo largo de la geografía de Mallorca para garantizar la cantidad y la calidad del abastecimiento de agua potable a los distintos municipios de la Isla. El objetivo es que en el año 2027 todo el sur de Mallorca esté conectado al eje transversal y pueda recibir agua de las desaladoras de Palma, Andratx, Alcúdia o de la fuente de sa Costera (entre otras).

Tal y como ha publicado este martes Ultima Hora, al menos nueve de los 53 municipios de Mallorca no suministran a día de hoy agua apta para el consumo humano en todos sus núcleos de población. Se trata de Ariany, Costitx, Felanitx, Manacor, Santa Margalida, Santanyí, Sencelles, Sineu y Vilafranca. Cinco de ellos (Ariany, Costitx, Santanyí, Sineu y Vilafranca) no suministran agua apta para el consumo humano en ninguna zona poblacional. El alcalde de Sineu, Toni Mulet, carga contra el Govern y anuncia la presentación de alegaciones de los alcaldes de la zona contra el nuevo documento.

«En Sineu tenemos mucha agua pero de mala calidad, como en la mayoría de los pueblos agrícolas del Pla, porque tenemos el servicio mancomunado. El suministro de agua en alta es una competencia del Govern que se compromete a llevarla desde Maria de la Salut a Sineu, pero nos hace tramitar y costear a nosotros la construcción de un depósito de distribución en Sineu y toda la red de suministro desde allí a otros municipios del Pla», dice Mulet. El alcalde de Sineu denuncia un «menosprecio total» del Govern hacia los alcaldes del Pla y una «falta de garantía» que les impide saber cuándo todos los pueblos del Pla podrán suministrar agua apta para el consumo humano a su población.

Mapa de infraestructuras previstas en el Plan Hidrológico.

Guillem Rosselló, gerente de la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, se muestra «sorprendido» por las críticas del alcalde de Sineu y justifica que el Plan Hidrológico no contemple el entramado de tuberías del Pla en la firma de un protocolo previo por el que el Govern asume llevar el agua hasta Sineu y la Mancomunitat la construcción de un depósito y del resto de la red. «Me sorprende su crítica porque contradice el protocolo que han firmado y no quiero imaginar que sea por una cuestión electoral. Por mi parte intento cumplir los acuerdos y en 2023 tenemos prevista la redacción del proyecto para llevar el agua hasta Sineu y cumplir así con nuestra parte del acuerdo, pero ellos aún no nos han comunicado dónde van a construir su depósito y necesitamos saberlo antes de redactar el proyecto para saber a dónde se tiene que dirigir la tubería», dice.

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También le sorprende la petición pública que han lanzado Ses Salines, Campos y Santanyí para que, a la espera de que se construya la nueva red de suministro que estará operativa en 2027 (si se cumplen los plazos previstos), Abaqua instale una desaladora móvil financiada con el Impuesto de Turismo Sostenible para que garantice un abastecimiento suficiente y de calidad de agua potable a su población. «Hace quince días que hablé con los alcaldes de Felanitx, Santanyí, Campos y Ses Salines para explicarles nuestra propuesta, que está contemplada en el Plan Hidrológico y que prevé prolongar la canalización de Manacor hasta Ses Salines y desde allí hacia los otros municipios. En 2023 se redactará el proyecto, la obra se adjudicará en 2024 y durará aproximadamente tres años», dice Rosselló.

Según el gerente de Abaqua «no tiene sentido instalar mientras tanto una desaladora móvil con el coste económico y ambiental que tendría. ¿Dónde conectaríamos los tubos? Tenemos malas experiencias de la época en la que se hacía la Operación Barca y había una desaladora móvil en Andratx». Por lo que se refiere al ramal este de la Isla, el Govern prevé reforzar la conexión Palma-Marratxí y Marratxí-s’Estremera para luego conectar con Santa Eugènia donde la idea es construir un depósito similar al que se prevé en Sineu para que la concesionaria de la Mancomunitat del Pla lleve el agua a Montuïri y Algaida.

Abaqua también tiene pendiente una petición de Facsa (una de las concesionarias del agua de Alcúdia) para conectar su red al eje transversal de aguas de Mallorca y es que, paradójicamente, aunque la desaladora de Alcúdia está, como su propio nombre indica en su término municipal, no suministra agua a Alcúdia. «Sería necesario hacer una pequeña obra de conexión de entre 50 y 100 metros», dice Rosselló. Abaqua no firma convenios con empresas privadas y eso es lo que les contestaremos. Nos parece una buena idea pero tendremos que conveniarlo con el Ajuntament», dice Rosselló.

Abaqua redacta los nuevos proyectos mientras ejecuta otras obras de canalización. La Comissió Balear de Medi Ambient aprobará previsiblemente en octubre el proyecto para realizar la conexión entre Petra y Manacor, lo que permitirá que por primera vez Manacor pueda suministrar agua potable a todos sus núcleos de población. La previsión es que la obra salga a licitación en el primer trimestre de 2023 y que una vez adjudicada tenga un tiempo de ejecución de 18 meses. Ariany será el primero en salir de la lista de municipios que no suministran agua apta para el consumo humano. «Desde que entré de alcalde en 2007 ya tenía un anteproyecto para conectar con el eje transversal de sa Marineta, pero por distintos motivos (como la crisis económica de 2008) quedó años parado y esta legislatura se ha reactivado. Esperamos poder dar agua en las próximas semanas porque ahora Abaqua está realizando las últimas pruebas», celebra Joan Ribot.