Más de 140 alumnos del IES Binissalem participaron en la actividad. | Lola Olmo

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El 3 de marzo fue proclamado por las Naciones Unidas como el Día mundial de la Naturaleza. Ayer, unos 140 alumnos que cursan cuarto de ESO en el IES Binissalem conmemoraron esta efemérides con una actividad transversal relacionada con distintas asignaturas que les permitió disfrutar de una clase especial, fuera de las aulas del instituto y en contacto con el entorno natural.

El espacio escogido es una franja de tierra que separa el Camí de Pedaç y el polígono industrial de Binissalem, en la que estos mismos chicos y chicas plantaron 85 olivos y algarrobos en diciembre de 2019.    Este año, la consigna del Día de la Naturaleza es «recuperar las especies clave para la restauración de los ecosistemas». Así, azadas en mano, los trabajos consistieron en adobar, adecuar alcorques con piedras para proteger los jóvenes árboles del arado, y sembrar semillas de plantas donadas por la Associació de Permacultura que favorezcan el ecosistema y la biodiversidad.

Los alumnos construyeron alcorques alrededor de cada olivo para protegerlos.

Vida silvestre

«Entre las variedades de plantas que hemos escogido, unas atraen a los insectos polinizadores, un proceso vital para la agricultura mundial; y otras contribuyen a fijar el nitrógeno atmosférico, contribuyendo así al mantenimiento de los ecosistemas», explica el profesor de permacultura Julio Cantos. Entre las tareas realizadas ayer, los alumnos también pintaron huellas de animales en el camino peatonal que cruza esta arboleda creada por ellos mismos como una contribución no solo a la naturaleza, sino también a la sociedad. El objetivo es crear conciencia entre los jóvenes sobre el cuidado de los espacios comunes del pueblo y sobre la transformación de lugares en desuso en espacios de biodiversidad.