La última cita taurina en Inca fue el festival en homenaje a Dámaso González, celebrado en octubre de 2019 con la participación de conocidos toreros. Organizado por el torero Campanilla, resultó polémico y acabó con la petición de una multa a la organización. | P. Pellicer

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La empresa Tauroemoción, con sede en Madrid y dedicada a la promoción y gestión de espectáculos taurinos por toda España, desembarca en las Illes Balears a través de la plaza de toros de Inca, con cuya propiedad ha firmado un contrato para obtener la exclusividad para celebrar festejos taurinos durante los próximos cinco años.

La empresa, fundada en enero de 2009, se dedica a gestionar desde importantes ferias taurinas con las principales figuras del toreo hasta la tramitación administrativa de los festejos populares en un pueblo. En su cartera está la representación de figuras reconocidas del toreo como Manuel Díaz ‘El Cordobés’, en su regreso a los ruedos tras haberse retirado en 2018.

«En cuanto las normas sanitarias por la COVID lo permitan, será uno de los primeros toreros que traeremos a Inca, porque es muy querido en esta plaza», confirma Alberto García, director ejecutivo de Tauroemoción desde Jerez.

Recuperar la afición inquera

La plaza de toros de Inca es la primera que gestionará Tauroemoción en Balears. «Queremos recuperar el esplendor y la gran afición taurina que ha habido en Inca tradicionalmente». De hecho, en la ciudad tradicionalmente se celebraba una corrida con motivo de las fiestas patronales de Sant Abdon i Sant Senen, con la asistencia de personalidades y famosos entre el público. En su arena han toreado figuras como José Ortega Cano, Iván Fandiño, Manuel Escribano, Fortes, Espartaco, Francisco Rivera Ordóñez, Manolo Sánchez, Jesulín de Ubrique, José Pacheco ‘El Califa’, José María Manzanares, José Antonio Canales Rivera, ‘El Juli’ y el mencionado Manuel Díaz.

El último festival taurino celebrado en Inca fue en octubre de 2019, con un homenaje a Dámaso González, fallecido dos años antes. En aquella ocasión, diversas entidades antitaurinas se manifestaron en defensa de los animales en el exterior y hubo una denuncia contra el organizador y la presidenta por no haber realizado los controles de dopaje a los animales y a los toreros, como prevé la Ley de regulación de las corridas de toros en Baleares.

El empresario Alberto García, en la plaza de Almendralejo.

Los aficionados a los toros han acogido la noticia con satisfacción. «Es una buena noticia para la tauromaquia balear, ya que se trata de una empresa consolidada y con el aire de renovación que necesita este arte», señala el crítico taurino David Devis. La propiedad de la plaza confirma este acuerdo para cinco años. Tauroemoción tendrá la exclusividad para los festejos taurinos, sin embargo, la plaza puede continuar albergando otras actividades, como ha hecho en los últimos años: cine al aire libre, conciertos, fiestas Holi, una subasta de ganado con motivo del Dijous Bo e incluso rodajes cinematográficos, entre otro tipo de espectáculos.