El agua que se vierte en Can Picafort. | Mallorca Blue

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El enfrentamiento que mantiene el Ajuntament de Santa Margalida (La Vila) con el Govern y el Ajuntament de Muro respecto a la construcción de una nueva depuradora en Can Picafort se dirime en los tribunales, donde las tres instituciones se enfrentan con un cruce de denuncias. A su vez, el proyecto está paralizado a nivel administrativo, a la espera de que haya un Gobierno estable en Madrid para su financiación.

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Este viejo asunto ha vuelto a la actualidad a raíz de un vídeo publicado por Mallorca Blue, entidad proteccionista de la costa mallorquina. Grabado con un dron, muestra con claridad algo que ya se sabía, pero cuya solución está enrocada desde hace décadas: que la actual depuradora de Son Bosch, que recibe las aguas residuales de la Platja de Muro y Can Picafort, no tiene capacidad para la demanda que generan ambas zonas turísticas y el agua se vierte al mar sin apenas depurar.


En 1989 se firmó un convenio para la construcción de una nueva planta en Can Picafort, un proyecto que tiene el visto bueno de Madrid, el Govern y Muro, pero al que se opone Santa Margalida. Joan Monjo, teniente de alcalde, culpa al Govern de «abandonar la EDAR de Son Bosch, que fue diseñada para atender una población de 70.000 personas, pero no funciona bien y solo depura para unas 40.000. Deberían reinvertir el dinero del canon de saneamiento en su mantenimiento». El Ajuntament de Muro, en cambio, ha llevado al de La Vila ante los tribunales por incumplimiento de convenio.