El equipo que atiende el nuevo centro de día, con las dos primeras usuarias que estrenan las instalaciones. | Lola Olmo

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El centro de día de Can Rafel abrió este martes sus puertas tras tres años de obras para adaptar a este uso social una antigua vivienda cedida al Ajuntament de Santa Maria. Dispone de 15 plazas, de la cuales solo cuatro están reservadas para vecinos de Santa Maria. Las otras 11 están conveniadas con la Conselleria de Afers Socials i Esports y se asignan según los baremos de la Llei de Dependencia.

Las dos primeras usuarias fueron recibidas con mimos por parte del personal y de los inquilinos de la residencia Cas Metge Rei. Ambos edificios se comunican por el patio, donde les sirvieron un berenar de bienvenida.

El centro será atendido por la trabajadora social, Antònia Cabanellas, que ejercerá la dirección; una terapeuta ocupacional, tres sociosanitarias y una encargada de la limpieza. «Es una experiencia dolorosa para el familiar cuidador, con quien se crea una dependencia; por ello haremos talleres para ellos con el apoyo de un psicólogo», señala Cabanellas.