La delegada del Moll, Francisca Cerdà, ante el bar Katy en el Passeig Voramar.

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El bar Katy del Port de Pollença ya está en manos municipales. El alcalde, Bartomeu Cifre, ha firmado ante notario la entrega del legado que Catalina Martí Adrover dejó en herencia a todos los pollencins . El trámite ha sido complejo y se ha demorado cinco años.

El alcalde de Pollença, se ha comprometido a cumplir con los deseos de la difunta Catalina Martí y destinar el inmueble a una fundación.

Última voluntad

«Ahora tendremos que estudiar qué salida damos al bar Katy, siempre teniendo en cuenta la voluntad de la señora Catalina Martí y los beneficios que puede aportar a nuestros vecinos».

El alcalde agradeció ayer públicamente el legado recibido a la vez que avanzó que «hablaré con todos los partidos con representación municipal y buscaré el máximo consenso entre todos los regidores para poder ofrecer al pueblo de Pollença la mejor propuesta».

Catalina Martí murió el 25 de enero de 2008 y dejó un testamento escrito a mano que decía: «En el bar Katy quiero una fundación para el pueblo de Pollença».

El bar Katy está situado en la primera línea de mar, en una planta baja del número 65 del Passeig Voramar. El local comercial tiene una superficie de 138 metros cuadrados y 18 metros cuadrados de patio. La finca está valorada en 507.000 euros. La entrega del legado al Ajuntament de Pollença se ha retrasado durante años, entre otras cuestiones porque uno de los herederos de Catalina Martí murió sin haber hecho ninguna disposición testamentaria ni ningún acto de última voluntad.