Los ‘blauets’ acompañaron el momento en que se prendía la antorcha. | Elena Ballestero

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«Estamos en tiempos difíciles. Las dificultades que veíamos superadas no hace demasiado tiempo por las ventajas de la normalización lingüística se vuelven a cuestionar precisamente por parte de las instituciones que tendrían que cultivar y proteger la que realmente es nuestra lengua que anima y define nuestra identidad como pueblo». El discurso, pronunciado ayer por el prior de Lluc, Antoni Vallespir, durante el acto de encendido oficial de la llama del Correllengua 2013 fue especialmente comprometido, en la defensa de la lengua propia de las Illes. «Las otras, las hemos de aprender pero la única que es la nuestra es la que nos han enseñado nuestros padres y que hemos recibido de generación en generación desde 1229», dijo el prior.

El Correllengua 2013 arrancó oficialmente ayer en el Santuari de Lluc de la mano de los Joves de Mallorca per la Llengua cumpliendo con una tradición que es ya todo un símbolo, antes de iniciar hoy las rutas de fin de semana de las antorchas que llevarán el espíritu de la llama por los pueblos de Mallorca. La Flama de la Llengua permanece en Lluc desde 1983. El prior, Antoni Vallespir, recordó cómo «exactamente en la madrugada del 6 de junio del año 1983 los jóvenes subieron a Lluc la llama que habían ido a buscar a Monserrat y que después depositaron simbólicamente sobre el sepulcro del Beat Ramon Llull, en el Ajuntament de Ciutat y en la sede de la Obra Cultural Balear».

Ayer, el joven ‘blauet', Jaume Enric Sastre, fue el encargado de prender la antorcha que entregó a Àlex Segura, miembro de Joves de Mallorca per la Llengua.

El acto se cerró con los ‘blauets' cantando ‘La Balanguera' y el himno de Lluc. El conjunto coral entregó a los Joves per la Llengua una copia facsímil del manuscrito original de ‘La Balanguera' que custodia el archivo de Lluc.