A partir de las 12.00 horas poco a poco los expositores fueron recogiendo su género. | P. Pellicer

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Los amantes de las antigüedades y objetos de segunda mano se dan cita desde hace 20 años el último domingo de septiembre en Maria de la Salut y ayer no fue una excepción.

El Mercat d’Ocasió incorporaba a su oferta habitual este año una sección exclusiva dirigida a los amantes de las antigüedades del mundo del motor. 305 vehículos se concentraron desde primera hora de la mañana en la calle Artà para delicia de mayores y pequeños hasta que la amenaza de mal tiempo se convirtió en aguacero y los vehículos con historia se batieron en retirada.

Pasaron por Maria de la Salut los clásicos americanos Hummer y una buena colección de motos en la que destacaban las Harley Davidson.

A mediodía el mercado de ocasión se había dado prácticamente por finiquitado. Una pena, teniendo en cuenta la gran actividad con la que arrancó cerca de las diez de la mañana.

A primera hora

Los más madrugadores tuvieron tiempo de ‘cazar’ alguna ganga entre los cientos de objetos y cachivaches que se venden en el mercadillo. Muebles antiguos, cuadros, herramientas, utensilios de cocina, libros, etc. Todo vale en un momento de crisis que ha disparado la compra y venta de objetos de segunda mano a la vez que la moda se fija en todo aquello que desprenda un cierto aroma vintage.

Vinilos, libros, revistas y el menaje sesentero están casi al alcance de cualquier bolsillo, mientras que las piezas de mobiliario clásico requieren una mayor inversión.