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Can Picafort Unit (CPU) prepara una campaña de protesta contra el anuncio del equipo de gobierno municipal (Suma-Convergència) de que se suprimirán buena parte de las palmeras de Can Picafort con el objetivo de remplazarlas por otros árboles cuyo mantenimiento sea menos costoso.

El vicepresidente de CPU, Nofre Plomer, asegura que el Ajuntament tiene un contrato con la empresa de jardinería por el cual esta está obligada a realizar el mantenimiento de 400 palmeras del núcleo durante los próximos dos años. «Es una de las mejoras que la empresa introdujo durante el concurso público, nosotros proponemos que los otros tres años de legislatura el equipo de gobierno no toque ninguna palmera, ya nos cuidaremos nosotros», dice Plomer.

En opinión de CPU el coste de eliminación de las palmeras del núcleo turístico rondaría el millón de euros y supondría «un genocidio contra nuestro patrimonio», advierte Plomer.

Nofre Plomer estima que existen 2.500 palmeras en Can Picafort y asegura que el alcalde, Miquel Cifre (PSOE) y el delegado de Can Picafort, Joan Monjo, «han sembrado el pánico al asegurar que estudian quitarlas».

El vicepresidente de CPU explica que «el picudo rojo solo puede afectar a un 5 por ciento de las palmeras de Can Picafort que son las de clase Fenix Canadiense que necesitan un control, el resto son datileras y el picudo rojo no las afecta». Apunta además la posibilidad de que se eliminen las palmeras de la Vila y no las de Can Picafort.