Una cincuentena de personas pisaron la cosecha de Son Munar.

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La propiedad de las tierras de Son Munar, la extensión en la que se ubica el más que conocido toro de la antigua publicidad de Osborne de la carretera de Manacor, no da crédito del acto del pasado sábado, en el que diferentes entidades entraron en su propiedad para volver a pintar la imagen de color negro después de que haya lucido los colores del arco iris en las últimas semanas.

«Nadie nos pidió permiso para entrar en nuestras tierras y queremos que quede constancia», explicó ayer el propietario de la finca contrariamente a lo publicado por este diario el domingo según lo cual Gaspar Oliver, exdirector general de Agricultura, habría pedido a los propietarios permiso. Desde la propiedad indicaron que «acceden a ca meva sin permiso con coches y pisan el sembrado. ¿Qué hacían en mi casa si no me habían pedido autorización?».

Destrozos

Además, la propiedad de la finca señaló que «eran un ejército de 40 o 50 personas que pisaron y destrozaron lo que teníamos sembrado. Se ha perdido cerca de media quarterada de forraje, que lleva su trabajo de mantener y segar y ahora no recuperaremos ni el tiempo ni el dinero».

Según manifestó el dueño de las tierras, «lo que sabíamos es que una empresa privada tenía que venir a pintar el toro pero esto significa que vienen dos personas y no lo que pasó el sábado, que parecía que había una fiesta cuando nadie nos había dicho nada». Así las cosas, la propiedad de la extensión en la que se ubica la figura, estudia ahora denunciar el caso a la Guardia Civil.

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Durante el acto del sábado para repintar el toro de negro, también se pusieron a la venta banderas españolas a dos y tres euros. «Entran sin permiso y ¿qué hacen vendiendo las banderas españolas en nuestra casa?», aseveró la propiedad.

«No entiendo a quién pidieron permiso para entrar en la propiedad privada porque a mí nadie me dijo nada y hay que ir con cuidado. Han entrado y estoy mosqueado», sentenció el dueño de Son Munar.

Acción

El del sábado fue un acto en el que participaron Tertulia del Mesón, Círculo Balear, Polillas de Baleares y Federación de Peñas Taurinas de Baleares con el objetivo de «pintar el toro de su color original y ponerle sus atributos, que parece ser que a los demócratas del embudo no les gustaba que un símbolo tan característico de España tuviera cojones. ¡Manda huevos!, como dijo un político español en el Congreso».

Además, los organizadores de la acción quisieron hacer un llamamiento «a las autoridades competentes para que vigilen este símbolo ya que está protegido. El Congreso de los Diputados aprobó en 1994 su declaración como herencia cultural y artística del paisaje cultural español». «Esta es la tercera vez que venimos a reparar los desmanes de aquellos que creen que, haciendo esto ridiculizan a todos los que nos sentimos españoles», añadieron los organizadores durante el acto de «orgullo patriótico».

Al acto de repintada del toro de Algaida también participaron los senadores del Partido Popular, Joan Huguet y Joan Fageda.