La arena de Cala Petita, cerca de Porto Cristo, presenta actualmente este lamentable estado. g Foto: DIEGO DEL RÍO

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Este verano muchos usuarios de la costa manacorina se han alarmado por la gran cantidad de suciedad que presentaban algunas de sus calas más vírgenes. En la puerta de acceso a Cala Varques, durante todo el verano, ha habido una montaña de basura. Allí, tras la denuncia de algunos usuarios, el Ajuntament instaló un cartel que prohibía tirar basura. Hoy conviven, en triste armonía, el aviso municipal y los desperdicios.

Ahora Cala Virgili, o Cala Petita, como muestran las imágenes que ilustran este reportaje, hacen ruborizar a quienes disfrutan de la naturaleza y de las playas de nuestra Isla.

En algunos casos la suciedad acumulada en estos enclaves llega a la costa con los temporales y, como señalan algunos bañistas habituales en Cala Virgili, «sabes que siempre puedes encontrar algunos plásticos y desperdiciosllegados por el mar, pero la gran cantidad de bolsas de plástico y basuras acumuladas no parece normal».

Imágenes y denuncias
En Cala Petita, una rada virgen próxima a Porto Cristo, este fin de semana se acercaron algunos excursionistas y quedaron horrorizados de la cantidad de suciedad que acogía la pequeña playa. «Hemos quedado asustados de la gran cantidad de basura que había, no entendemos como la gente puede ser tan sucia», señalaba Diego del Rio, autor y difusor de decenas de fotografías de la suciedad «para denunciar esta situación indigna de cualquier rincón litoral de Mallorca».

Los usuarios asumen que los organismos públicos no pueden limpiar todas las playas cada semana, «pero en alguna de ellas se acumula la suciedad de todo el año, no sólo en verano».

La queja ha sido reiterada durante todo el verano. Muchos usuarios de las calas de Manacor han mostrado su descontento día tras día. La respuesta del Ajuntament fue instalar carteles donde se señala la prohibición de tirar basura y esperar la buena voluntad de la gente para que deje en bolsas de plástico sus desperdicios, sea en la misma playa o en cualquier parte de la zona de costa que considere oportuno. La realidad muestra que su deseo no ha sido secundado.