Algunos de los propietarios que han accedido a la ampliación del parque, junto a las autoridades de Medi Ambient.

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El Parc Natural de Mondragó se amplía. La Conselleria de Medi Ambient y los propietarios de las nuevas fincas incluidas en el parque de Mondragó firmaron ayer un total de 97 convenios, a través de los cuales los titulares de los derechos sobre las fincas se comprometen, a cambio de una contraprestación económica, a dejar que la administración realice tareas y actuaciones relacionadas con la gestión ambiental del parque natural previstas en el Pla d'Ordenació de Recursos Naturals de Mondragó, que implican limitaciones de actividades, usos o aprovechamiento que exceden el contenido normal del derecho de propiedad.

La firma de los 97 convenios suponen para sus propietarios un total de 37.527'87 euros, con un baremo establecido de 336 euros por quarterada y año. Así, se trata aproximadamente de unas 112 nuevas 'quarterades' (cerca de 800.000 metros cuadrados) conveniadas que pasan a formar parte del parque. El conseller de Medi Ambient, Miquel Àngel Grimalt, acompañado por el director general de Biodiversidad, Miquel Ferrà, y por la directora d'Espais de Natura Balear, Josefina Martín, firmó los nuevos convenios entre el Govern y los propietarios.

Playa y parque
El Parc Natural de Mondragó es un espacio que combina unos valores ambientales y ecológicos muy importantes con un uso turístico masivo por unas playas reconocidas internacionalmente, por lo que la Conselleria considera que hay que poner especial interés en una buena gestión sin olvidar los propietarios. «Estos convenios -dijo el conseller- reflejan la voluntad de Medi Ambient de contar con el apoyo, la colaboración y la complicidad de los propietarios en la gestión de los espacios naturales protegidos como la mejor garantía de conseguir los objetivos previstos de conservación».

Ahora, Medi Ambient podrá desarrollar en Mondragó actuaciones relacionadas con la potenciación de comunidades biológicas como pueden ser zonas húmedas, dunas, encinares, o savinars, prevención y extinción de incendios, visitas escolares y de grupos, creación de itinerarios de educación ambiental y de interés paisajístico y biológico, señalizaciones, instalación de observatorios y bebederos de pájaros, ubicación y mantenimiento de receptores de desechos, conservación del patrimonio etnológico como las casas de roter, pozos, norias, o paredes secas, entre otros elementos, o la búsqueda y control de yacimientos arqueológicos.

Según señalaron las autoridades, «todas estas actuaciones se harán siempre consultando con los propietarios, respetando sus derechos de propiedad y su intimidad, y con la menor incidencia posible sobre las actividades agrícolas y ganaderas». Medi Ambient considera justo que los propietarios reciban una compensación económica para la realización de estas actuaciones, que pueden suponer alguna molestia o limitación en las actividades, usos o aprovechamientos de las fincas. Así, la Conselleria consigue la colaboración y la implicación de los propietarios en la gestión de los espacios naturales protegidos y más en un caso como el del Parc de Mondragó, que nació con muchas dificultades.