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«Visca Llubí, molts d'anys i que les tàperes seguesquin endavant». El presidente del Grup Serra y presidente-editor de Ultima Hora, Pere A. Serra, cerraba anoche con esta frase el pregón de fiestas de Llubí, con el que daba luz verde a las fiestas de Sant Feliu.

Pere A. Serra realizó un repaso -«con más buena voluntad que éxito», dijo- a la historia de Llubí y los llubiners, que le han elegido como pregonero de sus fiestas patronales «por representar el paradigma del hombre mallorquín, persistente e inteligente, por su inconmensurable amor a Mallorca y por ser uno de los grandes defensores de la cultura mallorquina», según explicó el alcalde, Tomàs Campaner.

Y precisamente Pere A. Serra dio buena muestra a los llubiners de su apego a la tierra, aprovechando el relato de momentos históricos para evitar que se repitan acontecimientos que nunca debieron producirse, como cuando los llubiners dejaron marchar a Barcelona unas astas de toro de gran valor o cuando la destilería Dos Perellons abandonó el municipio. «No podemos vender nuestra historia, nuestras tierras, nuestras fincas», insistió.

Pere A. Serra, que estuvo precedido en su pregón por el escritor y columnista de Ultima Hora Miquel Segura, tuvo también un recuerdo para personajes ilustres nacidos en el pueblo, entre ellos un obispo, el de Guamachú (Perú), y reivindicó en un momento de su discurso un hijo ilustre para Llubí: «Creo que debe ser el único pueblo de Mallorca que todavía no tiene uno».