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No habrá ruptura... de momento. La crisis interna que ha vivido el PP de ses Salines a causa de las diferencias entre la junta local del partido encabezada por su presidente, Bartomeu Galmés y el grupo municipal con el alcalde Sebastià Vidal al frente parece que toca a su fin. La mediación del secretario general del PP, José Maria Rodríguez y del presidente insular de los populares, Pere Rotger, fue clave para que ambos bandos limaran asperezas en una reunión de 3 horas celebrada el jueves por la noche en la que se pusieron todas las cartas sobre el tapete, por lo que, según han informado algunos asistentes, se vivieron momentos de tensión e incluso serios enfrentamientos.

Lejos de dividir más a la junta y al grupo municipal, el debate desembocó en un principio de acuerdo según el cual el grupo municipal - el alcalde y ediles del PP - consultará con la junta local los temas y proyectos que quiera llevar a cabo el equipo de gobierno (PP-UM) del Ajuntament de ses Salines.

El alcalde Vidal se limitó a manifestar que en la reunión «acercamos las posturas, ya que aflojamos los dos un poco». El presidente de la junta local, Bartomeu Galmés, destacó que de la reunión se consiguió «que los puntos importantes de los plenos se debatan en la junta y en principio se intentará trabajar así». «Hay predisposición para que vaya bien», añadió Galmés. Sin embargo, las cosas no están tan claras para un sector de los participantes en la reunión, que opinan que el acercamiento entre ambas partes es más que difícil, por lo que intuyen que antes o después «la ruptura llegará», comentaron.