Son pocos los turistas que se atreven a cruzar el inacabado paseo de es Barcarès.

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Los desperfectos causados por el temporal de noviembre han obligado a las instituciones municipales, autonómicas y estatales a incumplir la normativa que prohíbe realizar obras molestas en la primera línea durante la temporada alta, lo que ha provocado quejas entre los restauradores y hoteleros. La normativa que impide las obras molestas entró en vigor el pasado día 1 de mayo y sin embargo a día de hoy, bajo la denominación de «obras de emergencia», continúan las intervenciones que realiza la Dirección General de Costas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, en la zona de es Barcarès (Alcúdia) y en el paseo marítimo de Can Picafort (Santa Margalida).

Ambas actuaciones no se limitan a arreglar los desperfectos sino que consisten en auténticas obras de embellecimiento que contemplan paseos de nueva creación. Esta semana concluyeron los trabajos en la zona de s'Oberta (Muro), la instalación de un espectacular puente en el nuevo paseo de la playa de Alcúdia y la regeneración de las playas de Muro y Cala Millor. Los responsables de Costas han informado de que los trabajos pendientes, de adoquinado, instalación de madera y mobiliario urbano, concluirán con toda probabilidad la próxima semana, y justifican el retraso en las actuaciones con las adversas condiciones climátológicas del pasado mes de abril.

Las últimas lluvias retrasaron aún más todos aquellos trabajos que requerían el depósito de hormigón. Por otra parte, debido a la enorme cantidad de desperfectos que el temporal también causó en propiedades privadas, ha sido difícil encontrar mano de obra disponible. Además, Costas ha aprovechado los desperfectos del temporal para realizar modificaciones en determinados proyectos propuestos por los distintos municipios y que hasta ahora no habían encontrado financiación.