En el año 2000, el equipo de gobierno de Alcúdia anunció el cierre de la cantera de Ca na Siona.

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La cantera de Ca na Siona en Alcúdia está funcionando de nuevo después de que el Juzgado de lo Contencioso de Palma haya suspendido la resolución de noviembre de 2000 con la que el Ajuntament ordenaba la paralización y clausura de la extracción de áridos en el lugar, denegando la licencia de instalación que la empresa había solicitado. El Ajuntament d'Alcúdia se basó en varios informes técnicos para decretar la clausura de esta actividad al entender que supone un grave daño medioambiental y que, por lo tanto, no puede obtener la licencia de actividades que tramita la propiedad desde octubre de 1988.

El juzgado entiende, no obstante, que no ha podido demostrarse la intensidad de los daños medioambientales causados y que la actividad que se realiza en Ca na Siona se adecúa al plan de canteras del Govern, por lo que deja en suspenso el decreto de cierre dictado por el Ajuntament. El juez critica además la «pasividad» con la que ha actuado el Consistorio ya que ha tardado 12 años en denegar la licencia de actividades solicitada en 1988. «La administración no ha actuado con la diligencia esperada y con su silencio ha generado una expectativa legítima de prosperabilidad de la solicitud de la licencia», explica el auto.

El Ajuntament d'Alcúdia ha presentado ahora un recurso contra este último auto judicial que deja en suspenso la paralización de las extracciones. El Consistorio se basa en dos informes de las conselleries de Medi Ambient e Indústria para demostrar que las actividades que se realizan en Ca na Siona ocupan una zona que se ha explotado sin estar incluida en ningún plan de restauración, trámite imprescindible para cumplir con el Plan Director Sectorial de Canteras. Medi Ambient también recalca la falta de un estudio de impacto ambiental que justifique las extracciones.

El Ajuntament d'Alcúdia decretó en septiembre de 2000 el cierre de la cantera de Ca na Siona, que ocupa una amplia zona de la montaña en las cercanías del Puig de Sant Martí. Varios informes técnicos certificaban que la actividad de extracción de material invadía importantes zonas protegidas de la montaña, calificadas como Àreas Natural de Especial Interés y Àreas Rural de Interés Paisajístico.